Wout Van Aert
Het Nieuwsblad: La manada de Van Aert viste de amarillo

Influencia decisiva de Jumbo en el estreno de Van Aert en la Het Nieuwsblad
Viendo la victoria hoy de Wout Van Aert en la Het Nieuwsblad recuerdo una de las varias que logró el año pasado.
En concreto, recuerdo la Gante-Wevelgem, una prueba que, en ciertas cosas, me vino a la mente durante la apertura belga y que conectó con algo que dijimos desde antes de arrancar la campaña: los refuerzos de Jumbo podrían ser la clave para que, de una vez por todas, Wout Van Aert lograra el salto de calidad que esperamos de él.
Conviene volver a esos kilómetros finales de Wevelgem, desde la salida de Ypres hasta meta, esas rectas, los cortes, los ataques, los amagos de ataque… todo puso a prueba a Wout, pero su compañero Van Hooydonck estuvo para mantener junto el rebaño antes que el líder atacara la victoria.
Así fue entonces, y así lo hemos visto en la Het Nieuwsblad que abre con victoria la campaña de Wout Van Aert.
Jumbo ejerció de manada, de hecho escondió a la manda original, la azul, la del Quick Step, en la panza del grupo y se dedicó a sembrar para que su líder diera el golpe final.
Como en los mejores tiempos de Tom Boonen, sólo que ahora para Van Aert, mediante los ataques de Teunissen, un tío que ha sido, no olvidemos, líder en el Tour, el control del fiel Van Hooydonck, auxiliado por Eenkhoorn, la voluntad de Affini y el martilleo de un top como Tiesj Benoot.
Una de las claves estuvo en el mismo belga que lograba su mejor éxito el día aquel de Strade que la carretera supo de Van Aert ha dado la clave del éxito amarillo.
Con Benoot, pero con todos los citados, Van Aert ha logrado correr como tantas veces ha debido pero no ha podido hacerlo, desde adelante, marcando los tiempos, no yendo a remolque, tomando la iniciativa.
Su ataque en el llano previo al Bosberg, hay que tener mucha fe para no esperar al adoquinado, es la muestra clara que el titular del maillot belga va a por todas, que no quiere dejar ni las migas.
Esta victoria en la Het Nieuwsblad coincide con el debut de Van Aert en una campaña en la que ya tiene todo lo que necesita: el descanso necesario del ciclocross, un equipo solvente y una victoria a la que agarrarse en futuros cruces.
Y a todo eso algo que que creo también juega a su favor, un tal Mathieu es duda para las grandes citas.
Wout está ante una primavera que puede ser antológica.
Imangen: FB OHN
Wout Van Aert
Van Aert, 3 cosas a cambiar
Aires nuevos, carreras inéditas y cambio de mentalidad se imponen para la mejora de Wout Van Aert
Éste es el primer año, en cuatro, que no sitúo a Wout Van Aert con los mejores de la temporada.
Ahí metí a Laporte, a Philipsen, acabo de sacar a Evenepoel, pero esta vez pasamos de largo con Wout y no con de gusto, hablamos de uno de los ciclistas más inspiradores e importantes del pelotón, el ciclista que todos soñaríamos ser, con grandes días detrás, pero al que todos le echamos de menos alguna victoria de esas que marcan.
Para Wout Van Aert no es sencillo competir.
Ha pasado de ser la rueda más vigilada, a ser superado netamente por rivales que siempre ha tenido a su alcance.
Van der Poel es el caso más obvio, pero no sólo él, Philipsen en Roubaix o el mismo Laporte en el europeo, le dejaron en puestos de plata y bronce que sin duda no hacen justicia al caché de uno de los mejores ciclistas del mundo y de los tiempos recientes.
A diferencia de otros inviernos, más previsibles y calmados para Van Aert hasta su debut en ciclocross, esta vez le leemos más en titulares y noticias sobre, principalmente, su calendario carretero.
Y anuncia cambios, el ya comentado de su debut en el Giro -aunque no lo veo disputando la general- y posiblemente la Vuelta a España.
Entre ambas grandes queda amortizado que Wout Van Aert no va a estar en el Tour de Francia, en lo que considero un premio a su persona y valor en el equipo.
Van Aert necesita romper con muchas cosas del pasado reciente, si quiere dar el paso adelante en palmarés que todos queremos para él.
Correr en carreras que no conoce puede romper esaa cadencia de segundos y terceros puestos que le cuelga del cuello.
Merece un mundial, una Roubaix… algo grande que rivalice con esa San Remo que logró en el verano de la pandemia.
El roto que le ha hecho a su calendario habitual se suma al cambio de entrenador, que espero dé en a tecla y lo tenga al 110% en las carreras objetivo.
Eso es que lo deje tan fino como cuando ha competido en los últimos Tours de Francia, la carrera más grande, la de más presión y en la que Van Aert ha corrido en plan aplastamiento como nunca lo hace en otras majors de la temporada.
Eso es lo que queremos, la actitud del Tour 21, 22 y 23 exportada a la primavera, al mundial, a los Juegos Olímpicos.
Correr anticipándose, sin miedo, sin carga psicológica ni mirada a la retaguardia.
Porque si Van Aert es capaz de ganar en el Ventoux, una crono y un sprint de Campos Elíseos, ante los mejores en su prime, me niego a creer que no se capaz de tomar la Roubaix por los cuernos y hacerla suya, más cuando está rodeado por un equipazo.
El cambio de actitud es necesario, imperativo y con él lo otro, entrenador nuevo y carreras que no conozca y en las que no se deba a nadie.
Espero sea la mejor alquimia para que Wout esté donde merece estar ese motorazo.
Wout Van Aert
Demasiadas medallas de plata para Wout Van Aert
El Europeo le deja otra plata a Van Aert, y van trece
Sí, lo sabéis, si ahora me pidieran una mano por alguien en el pelotón la pondría por Wout Van Aert, para mí el ciclista más valioso de la actualidad, un portento omnipresente, con un bagaje que no discutiremos ahora, pero con un gran qué en esa relación especial que ha construido con la medalla de plata, hasta trece, excesivas en su balance frente al oro en un balance en el que su némesis, el amigo Mathieu le ha sabido doblegar.
Trece medallas de plata, así nos lo confirman, contando Juegos Olímpicos, Mundiales, Europeos y Campeonatos belgas que, en ciertos momentos, como en ciclocross, son como mundiales encubiertos.
Ayer cuando le vi que no llegaba a tiempo para superar a Laporte en el final, cuando la medalla de plata colgaba del cuello del Van Aert pensé en esa cifra, y con ella en la mano, me pregunto cuál fue el oro que más me dolió que perdiera el belga.
Y en esa tesitura me acuerdo de la carrera de fondo olímpica de Tokio, cuando estaba sublime de forma, recién llegado del Tour, tres etapas ganadas, cada una totalmente diferente, y vio como el hábil Carapaz le levantó el título olímpico.
Fue esa mañana de sábado, a primera hora, un esquema que se nos ha hecho favorito.
Van Aert es el más fuerte de la concurrencia, rodó como nunca y perdió como siempre, pues cada vez que comparece en este plan, sucede lo mismo, alguien es más listo, se anticipa, y luego todos le miran a él para que emprenda la caza que, lógicamente, no llega a buen puerto.
Dice Van Aert que claro que piensa en la cantidad de medallas de plata que tiene en casa, que lo tiene presente, por mucho que en carrera no le venga a la mente.
Pero le condicionan, le tienen que perturbar, a cualquier crack en lo suyo tiene que pesar verse en el día de la marmota
A mí me pasaría.
Le hemos visto a la derecha del ganador, cuando el podio ha estado bien dispuesto, en muchas ocasiones y no cuento Roubaix y Flandes, otras que son de su perfil.
El tema de disputarlo todo, de ser bueno en casi cualquier terreno es lo que tiene, un coste en plazas de honor equiparable a las que lograba, por ejemplo, Alejandro Valverde.
Por eso molesta, por eso sabe mal, ver tanto talento vestido en plata, cuando debería tocar el dorado.
Ojalá Wout le dé la vuelta a la situación, que aprenda de los Carapaz en su día, o Laporte ayer mismo, ciclistas que no le son superiores, pero que son hábiles, se mueven bien y tienen instinto.
Imagen: FB UEC
Wout Van Aert
El Tour más envenenado para Van Aert
Pocos ciclistas tienen tantos frentes en el Tour como Wout Van Aert
Ahora mismo, resumiendo rápido y mirando alrededor a Wout Van Aert le rodean las mil cuestiones en este Tour.
Primero de todo, el listón.
Como decíamos hace unos días, a puertas del Dauphiné, estamos ante el Van Aert del Tour, eso es un ciclista excelso, 360, redondo y poderoso.
Ganador de seis etapas en los dos últimos Tours, entre ellas en lugares tan dispares como el Ventoux o Campos Elíseos de París, sin obviar sendas cronos y otra de amarillo en Calais.
Eso en el plano individual, luego estuvo lo decisivo que fue a favor de Jonas Vingegaard el año pasado.
A ello se le añade esa espada sobre la cabeza que es la fecha del nacimiento de su hijo y que si va a dejar el Tour a medias.
Va a ser el vástago ciclista más famoso de la historia, por tenernos a todos pendientes de su nacimiento y por ser el hijo de un personaje que en Bélgica es materia de precisa del corazón.
Con esa fecha sobrevolando el panorama, está el objetivo principal del equipo, ganar la carrera con Vingegaard.
Ya vimos, intuimos, ciertas incompatibilidades entre el danés y Van Aert en el pasado Tour, lo. apreciamos en el famoso documental, tan evidente como que Van Aert fue clave en la victoria del danés.
A todo eso, se añade la posibilidad del maillot verde, que el año pasado ganara por aplastamiento y que para éste no veo nada claro.
Van Aert ya tiene bastantes frentes.
La llegada a San Sebastián creo que fue un poco la escena de todos esos focos de estrés concentrados en un momento, en una misma foto.
A Wout Van Aert le llevaron los demonios y a su equipo le sacaron los colores, en especial Victor Lafay, yéndose a la vista de Benoot y Kelderman.
Un relevito de Vingegaard habría ayudado, sin duda, pero no se lo dio,
¿El motivo?
Nos lo podemos imaginar, para el danés no existe otro objetivo que renovar su corona, para Van Aert están las labores de equipo y las propias, que como veis no son pocas, al contrario, me parecen muchas y estresantes.
Son los costes de ser tan bueno, en casi todo, Wout Van Aert seguirá rascando más allá de Bayona para ver si aumenta su botín en el Tour.
Imagen: A.S.O./Jonathan Biche
Wout Van Aert
Nos acercamos al Wout Van Aert del Tour (con o sin nuevo hijo)
Van Aert se presenta en el Tour como el ciclista total pero ojo no nazca su hijo
Pequeño spoiler, en el documental de Netflix sobre el Tour, hay un momento, en el bus de Jumbo, que Vingegaard le dice a Wout Van Aert que no vaya tan deprisa.
Se lo dice tras el famoso ataque camino de Calais, el que abrieron Van Hooydonck y Benoot para acabar con Van Aert, en amarillo Tour, volando solo hasta meta.
Al danés no acabó de sentarle bien aquella cabalgada.
Y es que el Tour pasado, y el anterior si me apuráis, fue una carrera complicada para Wout Van Aert.
Cómo pensar en otros si tu estado de forma rebosa por todos los lados, cuando sueltas gente, conduces grupos, atacas bajando, ganas sprints con la facilidad que el belga demostró hace un año.
Encontrar ese equilibrio es difícil, per Van Aert lo consiguió.
Fue «Team Van Aert», como diría Alix, pero también parte importante para que Vingegaard le ganara el Tour a Pogacar.
Sus trepadas de lejos, la forma en la que salvó los muebles la caótica jornada del pavés, el remate que le propina al esloveno en Hautacam.
Van Aert tuvo mucho que ver en el triunfo del danés
Pero al mismo tiempo, ganó tres etapas, fue amarillo, ofreció recitales en todos los lados, en Calais, con ese ataque y llegada en amarillo, camino de Arenberg, en Suiza, en la crono final….
Una maravilla de corredor, «correlotodo» que nos dejó, un año más, impresionados.
El Wout Van Aert del Tour de Francia es un ciclista desacomplejado, incluso diría que desatado
Corre, no sé, como sin presión, y eso que él mismo admite que el Tour es la mejor carrera en la que puede brillar, que no es poca cosa.
Esa soltura es la que siempre extrañamos en las clásicas de primavera y sin embargo en Francia rezuma, sale a borbotones, logrando ser, sin ganar la general final, uno de los top 3 protagonistas de la carrera.
Pues bien, ese Van Aert afila estos días la forma en la Vuelta a Suiza, capitaneando un Jumbo sin Roglic, pero con parte del grupo que seguro estará en el Tour.
Lo hace con la noticia de su posible paternidad durante el Tour de Francia y no duda: «No quiero perdérmelo«.
¿Abandonaría Van Aert el Tour si nace su nueva criatura?
Ojo que la situación tiene miga, pero hay ciclistas que, a la vista de todos, parecen muy entregados a la familia, como un puntito más.
Van Aert, como Roglic, me traslada esa sensación, pero de ahí a dejar una carrera que pueda irte muy de cara.
Sólo recordad el año pasado y el fin de fiesta que firmaron en Jumbo.
Sea como fuere, sentémonos porque ya mismo llega el show Wout y esperamos que se resarza de una campaña buena, pero carente de las guindas que siempre encuentra en Francia.
Imagen: A.S.O./Pauline Ballet
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