Ciclistas
En la explosión de Marc Hirschi no hay casualidades
Ciclistas como Marc Hirschi son imprescindibles en el pelotón
Sobre la etapa que ha ganado Marc Hirschi estoy muy de acuerdo con este comentario…
Lo triste es que está solo en ese rol. Lo comentaba antes en otra conversación. Ahora los equipos prefieren llevar lanzadores para sprinters de segunda fila y gregarios en montaña para ciclistas que aspiran al Top10.
— Gonzalo Vicente (@TzaloVS) September 10, 2020
En la segunda semana del Tour, y aquí da igual que sea en julio o septiembre, la carrera se convierte en dos: la general y las etapas.
La primera va en compás de espera, a la espera de tiempos mejores, la segunda es sencillamente espectacular, y en 2020 no está siendo una excepción, vamos a una caza sin cuartel a diario -nada que ver con la semana pasada- jornada tras jornada en una sucesión de etapones y exhibiciones que quedarán de por vida, pues lo que logres en el Tour te acompañará ya siempre.
Marc Hirschi lo sabe y no perdona, no deja títere con cabeza: liderando un brillante Sunweb, que sin grandes nombres van como tiros, sacó lo mejor de casa para abordar una etapa en la que le iba la vida entre rivales tipo Schachmann, Marc Soler, Herrada o Alaphilippe.
Terrible.
Este suizo es una bendición, agua de mayo necesaria en un ciclismo de roles atribuidos y tan marcados que no deja margen de interpretación al corredor medio.
Un ciclista total que rueda como los ángeles, sube acoplado y nos agita descendiendo: no tiene miedo, literalmente no lo conoce, se pone sobre la barra cuando la carretera parece más parcheada que nunca, domina la máquina como si fuera una extensión suya y va escribiendo historia.
Una historia que se escribe a lo grande… como casi todos los de su generación, que no esperan ni respetan los plazos, vienen para quedarse.
Y ahora la repercusión que logra no es por una derrota honrosa, es por una victoria soberbia.
-escrito el 6 de septiembre
La etapa en la que el Marie Blanque iba a ser decisivo por primera vez en el Tour, nos ganó el corazón un gigantón suizo, llamado Marc Hirschi, que jugó y perdió a lo grande, porque en el camino entraron en acción los mejores de la carrera.
En la etapa de Lauruns, Hirschi ha demostrado que la victoria queda en los anales, en la estadística, pero en el corazón del aficionado que ama este deporte de verdad, que aprecia el esfuerzo sin condiciones y la entrega sin límites, sólo puede querer a corredores como el suizo.
Hirschi hizo todo, seleccionó antes del puerto, rodó como los ángeles, subió sin fatiga aparente, bajó con maestría y sólo el top 4 del Tour de Francia, a relevos para distanciar al resto, pudo echarle mano.
Y el Tour que entra en la segunda semana nos ha descubierto un corredor en cuyo éxito concluyen muchas cosas, y entre otras el querer aprender, siempre, incluso en etapas como las de hoy que seguro que le habrán dejado el corazón roto.
-escrito el 3 de septiembre-
En Marc Hirschi confluyen muchos virtudes que explican su irrupción
Es curioso este Sunweb, un equipo cuyas raíces vienen de lejos, desde aquel Argos-Shimano, pero que prolonga una manera de hacer que sigue intacta, como ya hemos visto con Marc Hirschi.
Y decimos curioso, por que resulta un bloque muy eficiente en la minería de nuevos talentos, apostando a largo y sacando nombres que con el tiempo son estrellas, pero al mismo tiempo, su método, tan marcado, tan definido, no siempre encaja con alguno de sus arietes.
Y así vemos que por ejemplo Warren Barguil no dejó el equipo de la mejor manera, al igual que Tom Dumoulin, a quien tras ganar el Giro hace tres años le prometieron una mejora de la plantilla que nunca llegó, o estos mismos días con Michael Matthews, quien ganó de forma contundente, y con una buena labor de equipo la semana pasada en Plouay,
Incluso si miramos más atrás, los casos no son pocos.
Sea como fuere, Marc Hirschi se ha prodigado en el mejor escenario posible, escapándose con Julian Alaphilippe en el Col d´ Èze y llegando con él, y Adam Yates, a la meta de Niza.
Cierto es que ya no está delante, peroestar ahí requiere una calidad extrema de un corredor sub23 aún, que acompañó a Remco Evenepoel en el podio de San Sebastián, hace un año, y que va haciendo su camino, sin hacer ruido, en este ciclismo de prodigios imberbes.
Lo que Hirschi hizo con Alaphilippe el domingo es un tema de elegidos, y no sólo por llegar a meta con él, nos asombró su forma de remar en la subida, recortando poco a poco, viendo al francés disparado, ahí delante, y cogiéndole finalmente, incluso antes que llegar Adam Yates.
Leemos cosas de la historia de Marc Hirshi y vemos muchas que nos gustan.
De Berna, vive cerca de Fabian Cancellara, el corredor que le inspiró de pequeñito, siendo su padre un gran fan del mejor ciclista suizo de este siglo.
Con Cancellara comparte pasión, consejos y una perspectiva de trabajo que se fundamente en algo imprescindible para llevar algo tan duro como el ser ciclista adelante, tener sed y ganas de aprender el oficio, de cero, sabiendo que nunca es suficiente.
Marc Hirschi sabe lo que es trabajar fuera del ciclismo, se ha labrado un futuro por si el sueño de la bici se convierte un día en pesadilla y ha pasado por casi todas las modalidades del ciclismo, es decir conoce BTT, ciclocross y pista, antes de centrarse en la carretera.
Su perfil de competidor renacentista, completo, circular, interesado en el ciclismo y en lo que no es ciclismo, es el perfil que Sunweb ha sabido trabajar desde tiempos inmemoriales, ahora a ver cuánto le dura ese blanco al que aspiran, ahí es nada, algunos como Tadeg Pogacar o Egan Bernal.
Y es que Marc Hirschi ya merece figurar en ese listado…
Imagen: FB Team Sunweb
Ciclistas
Las lecciones de Héctor Álvarez en el Mundial
A pesar de caerse del podio, Héctor Álvarez puede estar muy orgulloso de lo hecho
Qué impresión ver a Héctor Álvarez a unos veintipico de meta escapado con Lorenzo Finn y Albert Philipsen, bajo el diluvio zuriqués en el mundial juvenil.
Estaba en el límite de todo, en la cima, con dos de los grandes favoritos y a punto de griparle el motor.
Leed esta crónica-literatura de Carlos Arribas para más detalle.
Ese trío saltaría por los aires fruto de una carrera durísima, Phlipsen, estampado en una curva, Héctor con problemas en la subida anterior, dejaría que Finn se fuera solo a por su medalla de oro.
Me encantaron las declaraciones de Héctor Álvarez pasado un rato de su desplome en meta.
Cuando Finn le dejó, algo me decía que por atrás le iban a meter mucha presión, y el corredor español iba vacío, ciego, aprendiendo que a estos niveles las cosas son complicadas no, lo siguiente.
Estamos aquí para aprender, que somos juveniles todavía https://t.co/yUsQic8SLy
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) September 27, 2024
La humildad con la que se explica es terrible, abrumadora, estaba flipando con sus compañeros de carrera, emocionado por el desarrollo de la misma, y se olvidó de comer y beber lo necesario.
Él, como dice Arribas, hijo de la preparación milimétrica, ejemplo del salto que los preparadores españoles se han visto obligados a experimentar en su trabajo, se había olvidado de llenar el tanque.
Acabó sexto, pero grande, muy grande, porque cayó de las plazas del podio en el tramo final, pero se lleva una experiencia mucho más valiosa que una medalla, siempre golosa pero que a estas alturas no es decisiva para el futuro.
Pues no han de pasarle cosas a Héctor y a todos sus rivales en lo que viene por delante.
El ciclismo español está brillando en Zúrich, además en categorías en las que históricamente poco o nada se había hecho, en juveniles y sub 23.
Lo avisábamos el otro día en el podcast, al título de Iván Romero en la crono sub 23, se le suma el subcampeonato mundial de Paula Oskiz en la carrera juvenil femenina.
Hablamos de gente muy joven, algunos ni mayores de edad, que brilla en un entorno hipercompetetivo, aprendiendo a hacer las cosas muy bien y sacrificarse un huevo desde muy pequeños.
Son máquinas, dignos de admiración y su irrupción, desde hace unos cinco años, no todos la comparten, los hay quienes prefieren darle aire, más margen, como cuando nos lo explicó José Luis Arrieta hace un tiempo.
«No quiero que me pregunten por juveniles» vino a decir.
Hérctor estuvo a punto de sumar una medalla mundial a su título europeo en omnium. hace pocas semanas.
Él, con los otros mentados, y otros que no salen en este artículo, es el motivo para que la RFEC se ponga las pilas realmente con la base, porque hay mimbres, muy buenos además, y vienen con todas las ganas del mundo.
Imagen: FB RFEC
Ciclistas
Mundial contrarreloj: Evenepoel, hasta en los días malos
Remco Evenepoel ya está entre los mejores de siempre en el Mundial contrarreloj
Cuando Remco Evenepoel cruzaba el cartel de kilómetro final del Mundial contrarreloj las cuentas salían ajustadas, pero a su favor.
Manteniendo el ritmo imposible de 60 por hora tenía su segunda corona mundialista.
Menos de un minuto después firmaba la que podemos considerar, y él mismo lo admite, la contrarreloj más loca de su joven historia, que sí, es joven, por edad, pero que ya empieza a acumular capítulos y capítulos.
Todo por ese giro hacia atrás del pedal y la cadena que saltaba, todo por un gesto automático, de puesta a punto, de descarga ante la gran explosión que ahora seguro que no hará igual pues le vendrán a la mente las emociones y los miedos de la rampa de salida de Zúrich.
Correr a este nivel, la medida de todo, la exactitud que se impone esta gente y que te suceda esto, siendo el vigente campeón, con el mundo pendiente, es un monstruo difícil de domar.
Pero este Remco puede con todo.
Es así, un hecho que se viene repitiendo en todas las situaciones que se le plantean, es un ciclista único que se reinventa en medio de la adversidad y los problemas, pero lo hace de una forma icónica, inspirando y logrando sacar siempre la cabeza.
No creímos que fuera a ser podio del Tour, ahí está, no creímos que ganara un monumento, tiene dos Liejas, y ayer le vimos en el filo, y ganó.
Además a ciegas, en este ciclismo actual de cruce de datos y números en la nube, por ese potenciómetro que se le «cayó» por una salida precipitada.
En la meta, leí que admitió correr a pelo, por sensaciones, algo que sin duda, para un fiel seguidor de este deporte hace más de 30 años, es una noticia que suena a música celestial, pues vuelve a poner al ciclista y la conexión con su cuerpo, en el centro de todo.
Quedamos por eso, pendientes de lo que haya que venir, más allá incluso del espectáculo que se anuncia para el domingo.
Hablo del Mundial de contrarreloj y su historia, pues Remco Evenepoel ya pone un pie cerca de los grandes nombres, se ha igualado con Pippo Ganna en la doble corona, igual que con Rohan Dennis y Jan Ullrich, se queda a un paso de coger a Michael Rogers y a dos de Fabian Cancellara y Tony Martin.
Al doblete olímpico, al hecho de haber sido con Abraham Olano, el único en tener los dos mundiales de carretera en el palmarés, le añade este segundo título el año de su doblete olímpico y podio en el Tour de Francia.
Ya quisiera yo tener los días malos de Remco Evenepoel.
Imagen: FB UCI Ed Sykes/SWpix.com
Ciclistas
El gran salto de Roger Adrià
La victoria en Valonia, la Vuelta… el termómetro de la progresión de Roger Adrià
Hace dos años por estas fechas charlábamos con Roger Adrià por estas fechas.
Integrado en la primera de Vuelta a España del Kern Pharma, vivió una situación muy dura para cualquier profesional que se precie, teniendo que dejar la carrera por culpa de un positivo del Covid sin notar síntoma alguno.
En aquel entonces, Roger sólo conocía el ciclismo profesional en época Covid, había dado el salto en 2020 y a las cuatro carreras: cerrojazo.
Eso fue entonces, hoy la realidad de Roger Adrià es la de un ciclista que empieza a dar sus mejores resultados con 26-27 años, algo que ahora mismo podríamos considerar excepcional, pero que demuestra que las cosas bien hechas, con tiento y despacio siguen funcionando.
Y lo evidencia él, que venía de un mundo competitivo y rápido como el fútbol, empezando algo más tarde que la media, primero en BTT y luego probando la carretera.
Esta mañana leía a Juanjo Oroz alegrase por la victoria de Roger Adrià en el Gran Premio de Valonia.
Es indirectamente una victoria del Kern Pharma, como las que puedan lograr Raúl García Pierna, muy bien en el Tour, Igor Arrieta o Pablo Castrillo.
Todos comparten ese elemento verde en común.
Nos comentaba en el último podcast, David García, que le había impresionado Roger Adrià ganando en el castillo de Namur delante de Alex Aranburu.
«Me lo esperaba más ardenero en su final» admitió, pero lo cierto es que si miramos su victoria hace dos años en la Ruta Occitaine fue capaz de batir a gente como Max Kanter, Julien Simon y Michael Valgren.
Es mu complicado encontrar un ciclista a este lado de los Pirineos con esa capacidad de remate en finales en los que el ciclismo español no acostumbra a moverse, pero el catalán tiene ese punch.
Pero no sólo eso, crece en todos los terrenos y crece bien.
Se ganó una plaza en el ocho de Red Bull en la Vuelta y ha sido uno de los mejores apoyos de Primoz Roglic en su cuarta victoria y no sólo por lo que hizo en Moncalvillo.
El equipo alemán tiene aquí un ciclista que hace equipo, que valora el equipo, pero que tiene mimbres para rematar como en Valonia, y seguro que sigue creciendo, porque en estos equipos muy mal se ha de dar para no seguir mejorando.
«Soy competitivo en diferentes carreras, pero nada en específico» se definió, incluso pareciendo un flaco escalador.
Se conoce bien y además le ha sentado bien el cambio, veremos qué tal le va a Oier Lazkano.
Imagen: © SprintCycling
Ciclistas
Mundial: El éxito de Pogacar pasa por la selección eslovena
Si Eslovenia se aproxima a UAE, Pogacar tendría mucho ganado en el Mundial
Pogacar de verde Eslovenia, esa es la imagen que todos queremos ver en el próximo mundial.
Delante o detrás, es indiferente, pero seguro que le veremos, seguro que tendrá tiro de cámara para él.
Es la estrella rutilante de este deporte, su embajador máximo, el foco de miradas y apuestas y tras lo de Montreal favorito top, al punto que sólo Remco Evenepoel puede mirarle en la mesa de igual a igual si la carrera se decide entre los más fuertes.
Pero sabéis que esta carrera, la más bonita del año, no es matemática y que, si bien nunca la gana un don nadie, siempre puede dar pie a sorpresas.
Por eso Pogacar va a depender mucho de la selección que presenta Eslovenia en el Mundial de Zúrich.
Sobre el papel no es un equipo grande, pero tiene una calidad infinita como para controlar y llevar la carrera a donde su líder necesita.
A día de hoy el equipo titular de Eslovenia para el Mundial está formado por Tadej Pogacar, Primoz Roglic -que dobla crono.y fondo- Matej Mohoric -quien este finde vemos en las UCI Gravel Series de Girona-, Domen Noval, Jan Tranik, Luca Mezgec y Matevz Govekar.
Nombres y hombres en esa selección y una estrategia que yo veo relativamente sencilla, si hay sintonía en las partes.
Sin entrar al trapo de lejos, lo suyo sería dejar hacer y a cierta distancia de meta empezar a poner el trantrán al que UAE se ha acostumbrado para que Pogacar remate en los tramos finales, preferiblemente a dos o más vueltas de meta, por si quedan flecos por solventar en el camino.
Novak y Tratnik en forma se basan y sobran para esa labor, eso sí Mohoric o Roglic no han cazado un corte bueno que deje sin obligaciones a los eslovenos y las cargue sobre terceros.
Eslovenia tiene una oportunidad histórica de tener su primer campeón del mundo, una opción que les va a exigir lo mejor de sí, en todos los aspectos además.
La relación entre las estrellas eslovenas parece cordial, desde fuera, pero los egos tienen que pesar cuando en el horizonte sale el arcoíris.
Lo que está claro es que para que Pogacar cumpla su favoritismo necesita de los compañeros más que otros de él, eso si no se lía la manta a la cabeza y convierte la carrera en un infierno a 100 de meta, como haría el mismísimo Mathieu Van der Poel.
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