Mundo Bicicleta
Casco Endura Pro SL: una experiencia «casi» religiosa
El casco de Endura nos sorprende por su elegancia y seguridad
A Endura les tenemos por excelentes proveedores de ropa, pero esta vez nos han enviado un casco… elegante, fino, estético y seguro.
Vamos a destripar lo que dio de sí esa prueba con el Casco de Endura… el Pro SL.
Lo que os voy a decir ahora puede parecer una perogrullada, por manido y por sabido, pero no por ello vamos a dejar de insistir en que si apreciáis vuestro cráneo tenéis que utilizar el casco.
Ya lo sé, qué os voy a explicar que no sepáis, ¿verdad?
Pero yo aún sigo viendo algunos ciclistas en carretera que siguen sin usarlo.
Afortunadamente son pocos. Cada vez menos.
Pero aún los hay.
Yo lo he utilizado siempre desde que empecé a darle a los pedales, hace ya más de 30 años.
Lo tenía muy claro.
Más de la mitad de las lesiones graves y de muertes por accidentes de bici provenían de golpes en la cabeza.
Eso decían.
Aún recuerdo el primero que me compré.
Nada parecido a lo que hoy en día ofrece el mercado.
Sólo comentaros que cuando me vieron con él puesto, todo el mundo me decía: ¡qué feo estás con ese gorro!
¡Con ese gorro!… Para echarse a reír.
Pero al menos cumplía a la perfección con su cometido, y éste no era otro que reducir el riesgo de lesión en la cabeza al amortiguar el impacto si me caía.
Vamos, si nos caíamos.
A aquellos primeros cascos, y posteriores, tan sólo se les pedía buena adaptabilidad a la cabeza, que no se moviera demasiado y ofreciese la suficiente protección.
¡Ah! Y sobre todo, que no nos tapara las orejas y nos permitiese una buena visión frontal.
Sí, podéis reíros, pero yo he visto todo tipo de cascos y para todos los gustos.
En la actualidad, la cosa ha cambiado, claro está, y podemos encontrar en el mercado cascos comodísimos, muy ligeros, que se ajusten muy bien y no se muevan.
Como el modelo que hemos tenido la suerte de probar, y que os queremos presentar: el Endura Pro SL.
Es un casco que, además de ofrecernos todo lo que se le debe pedir a un componente tan necesario, aún nos da un plus mayor de efectividad, seguridad, comodidad y ligereza.
Y también un toque de distinción, por supuesto.
Porque el Pro SL, a simple vista, es ante todo espectacular y muy elegante.
Es un casco rotundo y su aspecto es sólido y seguro, como una roca a la hora de recibir un golpe.
Sólo cogerlo ya se evidencia el hecho de que la marca escocesa ha creado una joya para lucir en la cabeza.
Es bonito y ligero.
Pero llegó el momento de la verdad: probarlo subido a una bici, porque el Pro SL está diseñado para ciclistas de carretera.
La pregunta era qué recorrido sería el ideal para testearlo.
Las dudas las disipamos de inmediato: nos íbamos a Montserrat.
¿Y por qué a la emblemática montaña del cicloturismo catalán?
Pues por eso mismo, porque deseábamos darle un toque carismático a la puesta de largo de nuestro Endura Pro SL.
Además, los ciclistas catalanes tenemos la sana costumbre -yo al menos la tengo y muchos a quienes conozco también- de que, cuando nos compramos material nuevo, la primera salida para estrenarlo es ascender a este lugar de peregrinación.
La puesta en marcha…
Una bici nueva, una flamante equipación y también, claro está, un nuevo casco, son buenos motivos para recibir las bendiciones de la Moreneta, nuestra patrona.
Llamadlo tradición, o simplemente creencia religiosa, pero iniciar en el Santuario una nueva relación con algo tan íntimo como nuestra bici, nuestro maillot o nuestro casco, tiene algo de místico y espiritual.
En marcha.
Después de prepararnos la bici, ponernos las zapatillas, los guantes, las gafas… ¡por fin nos ajustamos el casco!
¡Última prenda colocada!
El sistema de micro-ajuste posterior, con una ruedecilla, hace que incluso con una sola mano nos lo acoplemos como un guante, un ajuste que será perfecto regulando la doble correa de la zona de la barbilla.
Iniciamos el pedaleo enfilando nuestro manillar dirección Montserrat y no hace falta decir que, desde ese preciso momento, nos podemos olvidar de lo que llevamos en la cabeza, porque la sensación de ligereza y de peso pluma del casco es total.
La refrigeración…
A pesar de que el día es muy caluroso y que, en según qué momentos, alcanzaremos temperaturas de hasta 35 grados en nuestra ruta de hoy, en ningún caso hemos sentido que nuestro cráneo se abrase bajo el sol de justicia que estaba cayendo.
Al contrario, las grandes ventilaciones de las que dispone el casco hace que la entrada de aire se mantenga lo más fresco posible.
Y se nota, ¡vaya si se aprecia!
La excepcional ventilación es debida, sin duda, a su rejilla interior que, además de su función anti-insectos, hace que el flujo del aire a través de sus canales sea mayor.
Esta novedoso sistema de gran ventilación es gracias a la estructura de colmena conocida como Koroyd.
De esta manera, ascendiendo a Montserrat con un calor asfixiante, en ningún momento tenemos esa sensación tan reconocida por muchos ciclistas cuando el mercurio se dispara.
Estamos hablando de ese sobrecalentamiento, embotamiento o incluso dolor de cabeza, que nos hace penar encima de nuestras bicicletas en días calurosos como el de hoy, pegar tumbos o ir de cuneta a cuneta.
También es de agradecer que no nos caigan las gotas de sudor directamente a las gafas, algo que podía suceder con otros tipos de cascos al no disponer de las almohadillas interiores de secado rápido como las del Pro SL.
Además este acolchado está sometido a un tratamiento antibacteriano y disponemos de un kit de recambio.
Todas estas características hacen que estemos ante un casco de carretera auténticamente Premium, como no podía ser de otra manera.
Una vez finalizada la ascensión, disfrutando de las bellas vistas que nos ofrece la montaña, mirando con detenimiento el casco, observamos algunas características más: una curiosa, y muy práctica, que nos permite alojar nuestras gafas de sol en un muelle frontal confeccionado para este uso.
Algo muy útil.
También dispone de un elemento de seguridad que puede pasar desapercibido y es su reflectante posterior para hacernos más visibles.
En definitiva, estamos ante un casco del que dicen sus fabricantes reduce el riesgo de fractura de cráneo de un 40% a un 5%, un porcentaje extraordinario muy por encima de los requisitos a los que obliga la certificación CE.
Si todo esto fuera poco, Endura incluye su garantía de satisfacción de 90 días para el cliente y su política de reemplazo en caso de accidente.
Pero al igual que cuando contratas un seguro, cuando compras un casco de este tipo, lo mejor es no tener que comprobar nunca su eficacia.
Y ahora a por el descenso.
Eso sí, ¡con cabeza!
Para ver toda la información…