Ciclistas
Marc Soler y la «buena prensa»
La complacencia alrededor de Marc Soler no le hace un favor
El ciclismo contemporáneo no es nada, pero que nada sencillo.
Y este año estamos viendo, en las pocas semanas que llevamos de competición que la cosa va camino de complicarse un poco más.
A las estrellas ya establecidas, que muchas de ellas ya ganan desde enero, se le suma una generación que, como decimos en el caso de Mathieu Van der Poel, no respeta los tiempos y quiere la gloria ya.
Pero por medio queda atrapada una hornada que explotó hace dos o tres años que busca su sitio en una lucha sin cuartel.
En ese grupo va, por ejemplo, Marc Soler
El ciclista catalán ha visto en doce meses cómo funciona esto.
Si hace un año por estas fechas era la niña de los ojos de parte de la afición y la prensa, hoy nadie habla de él.
La París-Niza que afrontó con el dorsal uno fue a contrapié desde el primer día.
No era para ti, era para el otro. Si ayer Soler se quedó como se quedó y solo fue porque rompió el cambio a 10 km, la otra parte del equipo estaba adelante con Quintana y él se quedó con Anacona. No creo que fuera por desatención o por no respetarle
— luis guinea (@luisgui2) March 11, 2019
Ya desde la primera etapa se vio que Marc Soler no iba a poder repetir la gesta.
Esos abanicos de los primeros días, en una singular sucesión de días espectaculares, acabaron con la suerte del dorsal uno casi sin haber roto a sudar.
Nosotros en un primer momento pensamos que Movistar no había puesto todo que debía poner para ayudar a su aún joven estrella.
Nos corrigieron, eso es cierto, y aunque Luis Guinea tenía parte de razón, de esa jornada hay muchas lagunas, tantas, que ese cambio roto a diez de meta parece la guinda y no el motivo de una jornada tan negra.
Marc Soler tampoco estaba donde se le requería y hay que admitirlo
Estoy viendo por segunda vez la Paris Niza y, por cariño, me gustaría decir a Marc Soler déjate de la complacencia de directores y sobre todo de la prensa, Auxiliadora de @Movistar_Team, tienes que vivir el ciclismo!!! Tú compañero @NairoQuinCo estaba!!! No busques disculpas
— Manuel Saiz Balbás (@Manolo_Saiz) March 11, 2019
Pero al margen de que Movistar centra siempre sus esfuerzos en sus dos o tres capos y que trepar por esa estructura es muy complicado, lo cierto es que esta París-Niza fue una lección acelerada para Marc Soler y la «buena prensa» que le respalda.
Y no es una crítica, no lo toméis por ahí, es la constatación de que las cosas no son tan sencillas como que se retiran Contador o Purito y tiene que venir el relevo por defecto.
Las cosas no son tan sencillas, repito.
Marc Soler crece, poco a poco, al contrario de lo que ocurre con otros, pero se sabe observado, que la gente está pendiente de él.
Y esa «buena prensa» que le secunda debería admitir la realidad: que los relevos no son a dedo, que estos chavales están sumidos en mil historias y mil cruces, que a veces también se equivocan…
que Marc Soler es un gran ciclista, pero que los topes se los marcará él y sus circunstancias.
Vender que es un crack, que es el nuevo Indurain -similitudes físicas que aquí también vemos-, que va a ser cabeza de cartel allá donde vaya es poner un peso sobre unas espaldas que quizá no estén preparadas.
Marc Soler, como Enric Mas, cuyo equipo ideal debería ser para muchos el Molteni de Merckx, siguen su camino y serán lo que sean, pero ese afán de verles delante, no les hace ningún favor.
Casi tanto como erizar la voz cuando Iván García Cortina merodea la victoria.
Son aún jóvenes, tienen calidad, ellos son los primeros en querer triunfar, que la «buena prensa» no desvirtúe su contexto.
Esto no es el ciclismo de los ochenta, cuando, como me dijeron ayer: «Donde no llegaban las razones, lo hacían los cojones».