Ciclistas

Marc Soler y la «buena prensa»

Publicado

en

La complacencia alrededor de Marc Soler no le hace un favor

El ciclismo contemporáneo no es nada, pero que nada sencillo.

Y este año estamos viendo, en las pocas semanas que llevamos de competición que la cosa va camino de complicarse un poco más.

A las estrellas ya establecidas, que muchas de ellas ya ganan desde enero, se le suma una generación que, como decimos en el caso de Mathieu Van der Poel, no respeta los tiempos y quiere la gloria ya.

 

Pero por medio queda atrapada una hornada que explotó hace dos o tres años que busca su sitio en una lucha sin cuartel.

En ese grupo va, por ejemplo, Marc Soler

El enorme mérito de Marc Soler y Enric Mas

 

El ciclista catalán ha visto en doce meses cómo funciona esto.

Si hace un año por estas fechas era la niña de los ojos de parte de la afición y la prensa, hoy nadie habla de él.

La París-Niza que afrontó con el dorsal uno fue a contrapié desde el primer día.

 

Ya desde la primera etapa se vio que Marc Soler no iba a poder repetir la gesta.

Esos abanicos de los primeros días, en una singular sucesión de días espectaculares, acabaron con la suerte del dorsal uno casi sin haber roto a sudar.

Nosotros en un primer momento pensamos que Movistar no había puesto todo que debía poner para ayudar a su aún joven estrella.

 

Nos corrigieron, eso es cierto, y aunque Luis Guinea tenía parte de razón, de esa jornada hay muchas lagunas, tantas, que ese cambio roto a diez de meta parece la guinda y no el motivo de una jornada tan negra.

Marc Soler tampoco estaba donde se le requería y hay que admitirlo

Pero al margen de que Movistar centra siempre sus esfuerzos en sus dos o tres capos y que trepar por esa estructura es muy complicado, lo cierto es que esta París-Niza fue una lección acelerada para Marc Soler y la «buena prensa» que le respalda.

 

Y no es una crítica, no lo toméis por ahí, es la constatación de que las cosas no son tan sencillas como que se retiran Contador o Purito y tiene que venir el relevo por defecto.

Las cosas no son tan sencillas, repito.

Marc Soler crece, poco a poco, al contrario de lo que ocurre con otros, pero se sabe observado, que la gente está pendiente de él.

 

Y esa «buena prensa» que le secunda debería admitir la realidad: que los relevos no son a dedo, que estos chavales están sumidos en mil historias y mil cruces, que a veces también se equivocan…

que Marc Soler es un gran ciclista, pero que los topes se los marcará él y sus circunstancias.

 

Vender que es un crack, que es el nuevo Indurain -similitudes físicas que aquí también vemos-, que va a ser cabeza de cartel allá donde vaya es poner un peso sobre unas espaldas que quizá no estén preparadas.

Marc Soler, como Enric Mas, cuyo equipo ideal debería ser para muchos el Molteni de Merckx, siguen su camino y serán lo que sean, pero ese afán de verles delante, no les hace ningún favor.

¿Has probado el Suunto 9?

Casi tanto como erizar la voz cuando Iván García Cortina merodea la victoria.

Son aún jóvenes, tienen calidad, ellos son los primeros en querer triunfar, que la «buena prensa» no desvirtúe su contexto.

Esto no es el ciclismo de los ochenta, cuando, como me dijeron ayer: «Donde no llegaban las razones, lo hacían los cojones».

Click para Comentar

Lo + leído

Salir de la versión móvil