Ciclistas
No valoramos el papel de Jonas Vingegaard
A Jonas Vingegaard le ha tocado combatir un monstruo que ya ha logrado batir
La gran semana de ciclismo entre Tirreno-Adriático y París-Niza, con las tres vedettes compitiendo, Primoz Roglic, Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, nos dejó una conclusión…
Conclusión de la semana: Vingegaard necesitará a Roglic para meterle mano a Pogacar en el Tour https://t.co/tQ9btklqJo#Tirrenoadriatico #parisnice pic.twitter.com/PAUCnQHeqt
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) March 12, 2023
Hace un año por estas fechas recuerdo que me apresuré a decir que «a Jonas Vingegaard se le estaba poniendo cada de Gianni Bugno» por la forma en la que el danés fue derrotado por Tadej Pogacar en Tirreno y en especial aquella famosa etapa del Monte Carpegna que el esloveno hizo plana.
Un año después, las conclusiones podrían ser las mismas, aunque con escenario cambiado.
La París-Niza ha conseguido reunir los dos talentos del momento en la carpeta de grandes vueltas y en especial del Tour de Francia.
Un duelo que Pogacar ganó por aplastamiento, como hace un año la carrera de los dos mares, pero con matices.
A diferencia del año pasado, esta vez tenemos 12 meses en la vista y la experiencia del pasado Tour de Francia.
Y es ahí donde quiero ir, no estamos dándole valor a lo que está consiguiendo este introvertido danés que sabe perfectamente que está compitiendo contra uno de los mejores de la historia y lo está haciendo con todo lo que tiene, a nivel individual y también de equipo.
He escuchado algunas críticas para Vingegaard, que si corre conservador, que si se cobija mucho en el equipo… pero si está compitiendo con el tipo que más intimida a sus rivales en la actualidad.
Una intimidación que pasa a la acción cuando necesita darle una vuelta de tuerca a los rivales.
Mirad lo que le hizo al danés en la primera llegada en alto de la carrera.
Jonas Vingegaard le puso a prueba con un ataque durísimo, esta vez fue él el primero en atacar, y acabó con una perdida camino del minuto.
Pero lo intentó buscó el cuerpo a cuerpo, cosa que, como nos temíamos, no es un buen escenario con Pogacar.
El actual ganador del Tour de Francia compitió para ganar, no hubo forma, pero compitió, como el año pasado en Francia, como en Tirreno y en todas las carreras en las que toma parte y coincide con Pogacar, la cuestión es que le ha tocado un hueso muy duro de roer, el más duro en muchos años.
Ahora mismo puedo imaginármelo a él y su entorno tramando para ver cómo reducir la fortaleza de su rival, saben que no será nada sencillo, que tendrán que llevar la carrera a otra dimensión, como en la increíble etapa del Granon del año pasado.
Por eso, y por que al tipo se le ve nombre, tranquilo, un poco maniático, pero buen competidor, tenemos que valorar el rol que le ha tocado desempeñar, está corriendo junto al «Rey Sol» y sigue ahí, de pie, esperando que un día, la suerte también le sonría a él.
Imagen: A.S.O./Aurélien Vialatte
Ciclistas
Tirreno-Adriático: Juan Ayuso en hora y forma
Juan Ayuso puede añadir la Tirreno-Adriático a un inicio de 2025 inmejorable
No ganó de forma aplastante, quizá acostumbrados a ver exhibiciones brutales vestidas de UAE, pero la temporada de Juan Ayuso, hasta esta Tirreno-Adriático, está siendo de 10.
Los rivales los conocíamos, estaban marcados, incluso un Filippo Ganna, y eran buenos, Tom Pidcock, hiperactivo, Jai Hindley y el propio Mikel Landa.
Ninguno se lo puso fácil.
Pero Juan Ayuso, marcado desde la salida, vivo y con todas las opciones de cara a esta etapa reina, cumplió el pronóstico.
La etapa había arrancado muy movida, con Mathieu van der Poel atacando desde el kilómetro 0, lo que prometía emoción.
Después de un ritmo frenético, finalmente se escaparon ocho corredores: Gianni Vermeersch, Benjamin Thomas, Samuele Battistella, Jasper Stuyven, Chris Hamilton, Magnus Cort Nielsen, Andrea Vendrame y Andrea Pietrobon.
El pelotón no dejó que la fuga se distanciara demasiado, con equipos como Bahrain y UAE interesados en la etapa, ya que era la única montaña del Tirreno-Adriático.
La diferencia comenzó a reducirse en la subida final, donde primero Bahrain y luego UAE, excelso Del Todo, como el año pasado en esta misma carera, pusieron presión a Filippo Ganna.
Vendrame, que ya había ganado una etapa en esta carrera, se lanzó en solitario con 5 kilómetros para la meta. En esa misma subida, Ganna fue descolgado del grupo por Isaac del Toro, quien, como decimos, impuso un ritmo muy duro.
Poco después, Ayuso atacó y, tras él, se unieron Pidcock y Hindley.
Mikel Landa logró conectar con ellos, pero Ayuso no dejó de atacar. En los últimos 3 kilómetros, el español lanzó varios ataques hasta dejar atrás a sus rivales.
Fue una gran demostración de madurez de Ayuso, quien, pese a la presión y las expectativas sobre sus hombros, controló la situación y ganó con autoridad.
Pidcock fue segundo y Hindley tercero, y no se lo pusieron fácil.
Imagen: FB TirrenoAdriatico
Ciclismo
La caída y abandono de Vingegaard son una muy mala noticia
Ciclistas
La seguridad le quita el sueño a Vingegaard
La caída de Itzulia ha disparado los temores de Vingegaard sobre la seguridad
Para Jonas Vingegaard el accidente de la pasada Itzulia puede ser un antes y un después, lo admitió en su día y ahora lo refleja cada vez que habla de seguridad en el ciclismo.
Ciclistas
Jasper Philipsen va para MVP
Hay pocos ciclistas más valiosos que Jasper Philipsen
Podríamos decir que Jasper Philipsen aún no está en la mesa de los grandes, pero sin duda es uno de los ciclistas que más se acerca a reclamar su lugar.
Hoy en día, Philipsen es uno de los corredores más valiosos del pelotón, no solo porque tiene el nivel para competir y no desentonar al lado de ciclistas como Mathieu van der Poel, sino también porque ha demostrado ser capaz de asumir el mando en momentos cruciales y decidir las carreras a su favor cuando la situación lo requiere.
En las últimas temporadas, el belga ha dejado huella, especialmente con sus victorias en el Tour de Francia y en la Milano-San Remo.
Además, sus dos segundos puestos en el París-Roubaix resaltan la consistencia y el nivel de sus actuaciones.
Es impresionante la cantidad de victorias que ha logrado, muchas de ellas de gran calidad.
Su capacidad para adaptarse y brillar en diferentes escenarios lo ha consolidado como uno de los referentes del pelotón.
Es cierto que a veces se le ha señalado por su actitud algo «mafiosa», como aquella vez en el Tour de Francia, cuando mostró una ambición y control casi abusivos dentro del pelotón. Sin embargo, no se puede negar que Philipsen ha evolucionado hasta convertirse en un ciclista indispensable en la actualidad, un verdadero diferenciador en la carretera.
Su presencia, por ejemplo, ha elevado el nivel de su equipo, Alpecin, y le ha dado a la formación una dimensión competitiva que rivaliza con los grandes equipos.
Mientras que a Van der Poel no se le conoce tanto por sacrificarse por un compañero, Philipsen ha demostrado ser un corredor por quien Mathieu pone el equipo por delante cuando es necesario.
Además de su talento, Philipsen destaca por el buen ambiente que transmite en el pelotón, manteniendo una buena relación con otras grandes estrellas, como Tadej Pogacar y Michael Matthews.
A pesar de sus momentos de tensión, su carácter competitivo y su espíritu de equipo han sido clave para consolidarlo como uno de los ciclistas más completos.
En cuanto a su evolución como sprinter, Philipsen ha dejado atrás las críticas que alguna vez recibió, como cuando nuestro querido Adrián García lo apodaba «Jasper Disaster».
Hoy es uno de los sprinters más letales, habiendo superado las 50 victorias, muchas de ellas de gran nivel, como las nueve etapas del Tour de Francia y varias etapas en la Vuelta a España. Además, su victoria en Kuurne-Bruxelles-Kuurne este año ha sido una clara señal de su potencial, demostrando a Visma que en Alpecin tienen un rival formidable.
No solo es un hombre de victorias en el sprint, sino también un corredor versátil.
La victoria en el Gran Premio de Escalda de hace dos años, donde brilló rodando de manera sublime sobre los adoquines, lo consolidó como un gran especialista en terrenos difíciles, donde se mostró eficiente y competitivo, conectando con otros velocistas belgas que también dominaban las piedras.
Hoy, la presencia de Philipsen es uno de los principales alicientes para poner en aprietos a Pogacar en la Milan-San Remo.
Como es bien sabido, si Van der Poel no logra romper la carrera, Philipsen será uno de los hombres clave.
Este 2025 ya ha comenzado a demostrar cómo puede hacerle daño al mejor ciclista del mundo, reafirmando que está preparado para luchar por los títulos más prestigiosos.
Imagen: A.S.O.
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