Ciclocross
¿Flandes sin Kapelmuur?
Se plantea una nueva edición de Flandes son el Kapelmuur
Decir que el ciclismo es sustrato de Flandes es una obviedad, pensar que Kapelmuur es el ombligo, una realidad.
Lo vemos en la fiesta anual en De Ronde, pero también cada fin de semana con sesiones dobles de ciclocross, a todas horas, mediodías o nocturnas. Incluso ciclocross bajo techo.
En las ciudades se siguen cultivando citas como los seis días de pista, y qué decir de las kermesses, auténticos festivales de populacho montado en bicicleta.
Flandes es meca cicloturista mundial, se da trabajo, se genera negocio, se convierte en dinero.
Así contamos nuestra ruta ciclista por Flandes…
Leemos que el Kapelmuur puede quedar fuera de la próxima edición del Tour de Flandes.
La pasta que cuesta el paso de la carrera pone Geraalsbergen cerca de renunciar, en enjambre de carreteras, cotas, rectas al viento quizá no incluya el icono de la carrera, de la región.
Sabrán lo que hacen, nada ha vuelto a ser desde que la carrera dejara el circuito con el que crecimos.
La Ciclobrava ya tiene abiertas las inscripciones
Hace cinco años -2014- ya vimos esta historia, así reflexionamos entonces…
Hace unos días hubo en Barcelona una feria de turismo y negocios. Medio mundo, por no decir que el globo entero estaba allí. Flandes tuvo su stand propio. En su porfolio se narraban las grandes infraestructuras de Gante, Brujas, Lovaina,… para acoger eventos y grandes congresos. La contrapartada interior del libro, cuidadosamente encuadernado, tenía un ciclista anónimo y lento sorteando el último tramo del Grammont, ahí con la capilla al fondo. Sí la capilla, su poliédrica cúpula, su clásico acceso, su alfombra adoquinada,… un símbolo, un mito aunque obviado. Y eso que otras carreras sí que aprovechan su química.
Este martes la organización del Tour de Flandes ha dado a conocer el recorrido del próximo año. “Sin novedad en el frente” podríamos titular. Siguen los mismos parámetros en el diseño de la gran fiesta anual del ciclismo en la tierra que más lo siente. Sigue por tanto el circuito final, ese que se juega en tres cotas perfectamente pertrechadas para que el público lo vea de cerca y varias veces.
Sé que hablar de lejos y sin conocer al cien por cien los pormenores es sencillo, pero creo que la organización de De Ronde se equivoca, y lo hace porque sigue dando la espalda a la capilla y eso es un error. El ciclismo, entre otras cosas, se precia de tener lugares, auténticas franquicias a su servicio. Este lugar está entre ellas, como el Galibier, el Tourmalet, el Mortirolo,… no pocas marcas las han tomado para bautizar sus modelos.
Durante años el Tour de Flandes no abordó el Koppenberg porque en éste se produjo aquel famoso incidente con Jesper Skibby, sin embargo en el muro más emblemático, uno no acierta a ver el motivo más allá de lo meramente crematístico.
Si dicen que el ciclismo tiene el hándicap de no cobrar entrada, Flandes trabaja para que ese axioma no sea tal. La instalación del circuito final obedece a acabar cobrando entrada, si no lo hacen ya en algunos tramos como se hace por ejemplo en las campas de ciclocross. Es legítimo, pero desnaturaliza el espectáculo, le quita esencia. Ya sé, los números son los números, pero la capilla, su estampa, es curva adoquinada,… todo invita a saborear el mejor escenario que nos regala el ciclismo. ¿Por qué no ponerla antes del circuito final? Perdería poder decisorio pero le regala mística a este festival.
El nuevo circuito de Flandes lleva tres ediciones en liza. Desde la carrera que ganara Nick Nuyens a un soberbio Sylvain Chavanel y sobrado Fabian Cancellara, el bucle final nos ha dado una de cal y otra de arena. Dos veces ha ganado Cancellara, la de este año sencillamente soberbia, y otra Tom Boonen, el año del estreno del nuevo escenario con Ballan y Pozzato tras él. No han sido malos los espectáculos ofrecidos, aunque sí mejorables, pues como en los mundiales, todo se cierra al final. Sin embargo reclamamos abiertamente el Kapelmuur y Bosberg, no sé, quizá porque en el fondo hasta tenemos corazoncito.
Imagen tomada de www.thechainstay.com
Ciclocross
Cuando Igorre era el ombligo del ciclocross
En Igorre se reunían todos los grandes de ciclocross como ahora en Benidorm
Cada año, por el puente de la Inmaculada, a dos semanas de Navidad, extraño la cita de Igorre, lo que fue no hace tanto la catedral del ciclocross a este lado de los Pirineos.
Acabo de colgar en un corte para el próximo podcast a Felipe Orts y Pascual Momparler, ahora mismo hombres de referencia de la modalidad, los dos de Levante, lejos del norte, de Euskadi, pero seguro que inspirados en aquel que fue Igorre y que en pocos días tomará los alrededores de Benidorm.
Y es que en Igorre, hasta 2011 hubo Copa del Mundo.
Una muchedumbre se daba cita en las embarradas campas de Igorre, allí no fallaba nadie.
Igorre, Vizcaya, en una de esos pueblos insertados en un valle, era capital del ciclocross mundial por unas horas.
Ese tsunami llamado crisis económica se llevó por delante el evento.
El primer ciclocross aquí se remontaba a 1977.
Vamos camino de los 50 años desde que ese mítico y largo apellido de Yurrebaso se impusiera a Mayora y Medina
Desde entonces una colección de grandes nombres ha poblado su vitrina de honor.
Camparon por aquí aunque no siempre con éxito buenos ruteros: Pascal Richard, Laurent Dufaux, Raimond Dietzen y Adri Van der Poel, el papi, entre otros.
Con cinco éxitos en los noventa, el italiano Danielle Pontoni fue la primera leyenda de Igorre.
Luego mirad quienes le sucedieron Jiri Pospisil, Mario Le Clerq, Arnaud Labbe en los años que no fue Copa del Mundo, pues cuando ésta aterrizó en Igorre, el listón se elevó hasta Sven Nys, cuatro veces ganador, Zdenek Stybar y Niels Albert.
Dejamos para renglón a parte la edición de 2005 que ganara un excelentísimo ciclocrossman y admirado personaje de la talla de Bart Wellens, uno que como Mathieu se picó una vez con el público, campeón del mundo entonces.
Wellens siempre fue el gran rival de Nys como a Bugno siempre se le atribuyó el papel de opositor a Indurain.
Entre ambos y lo que pasó después quedan los últimos destellos de grandeza de Igorre, el tímido Kevin Pawels fue el último en el ciclo de Copa del Mundo, luego vendrán nombres domésticos para mantener viva la llama de las velas de la catedral.
Imagen: Diario AS
Ciclocross
#PodcastJS El invierno belga de Felipe Orts
Felipe Orts remata el año más raro de ciclocross
Con la celebración Mundial en Ostende, y a falta de un par de carreras, se cerró la campaña de ciclocross para Felipe Orts.
Lo visto en la gran cita mundialista no se acercó a lo que el especialista alicantino esperaba, pero le reafirma en la necesidad de seguir trabajando esos circuitos que menos le van.
A pesar de lo visto en las playas enfocadas al Mar del Norte, Felipe Orts saborea una campaña muy interesante para él.
Es de nuevo campeón de España, ganó también la Copa de España, pero lo más importante: Está cada vez más cerca de los mejores en el ciclocross mundial, siendo ya un rostro reconocido y querido en los circuitos belgas.
Todo eso pesa en el balance de un año muy complicado para él y todos, por los motivos que ya conocemos.
Ciclocross
#PodcastJS El ciclocross de Van der Poel enamora a David Seco
El ciclocross es sobre todo espectáculo para David Seco
Para quienes no le conocieran, cabría decir un par de cosas sobre David Seco, que fue el ciclocrossman por excelencia en España durante la primera década del siglo presente y que tuvo a bien centrar toda su trayectoria en una modalidad que rara vez ha tenido profesionales a «full time».
Con esa mochila a sus espaldas le hemos llamado en vísperas del Campeonato de España que vuelve a Torrelavega, un sitio que hace unos años nos dejó un gran sabor de boca.
Torrelavega parecía Bélgica dijimos.
Ante la cita cántabra, David Seco ha tirado del hilo de su amor por el ciclocross, incluso en el presente, que la gente le relaciona más por un reality en ETB, para analizar el presente de la modalidad que, leemos, es líder de audiencia en el player de Eurosport.
Y lo hace sin ambages, Mathieu Van der Poel por delante de Wout Van Aert por su explosividad, talento, carisma y espectáculo.
El belga le parece admirable, tiene motor y esas cosas, pero el neerlandés es muy de su gusto, muy del estilo de David Seco hace veinte años.
Luego está el panorama nacional y el camino que ha emprendido Felipe Orts, un ciclocrossman que ha seguido su senda y abre nuevos horizontes para el ciclocross español en la lejana y fría campa belga.
En fin, que casi veinte minutos de David Seco a pelo…
Imagen: Ciclista y ciclismo
Ciclocross
¿Ciclocross olímpico?
¿Veremos algún día el ciclocross en el programa olímpico?
En día de Mundial de ciclocross, cuando las sensibilidades para con la modalidad más plástica, legendaria y bella del ciclismo están más despiertas, leemos esto…
The UCI is in talks with the IOC about cyclocross on the Olympic Winter Games. "We will need snow and ice. The new World Cup race in Villars – at 1300 meters altitude in the Alpes – will be a testcase. We would like to be a demonstration sport in 2026." https://t.co/tOHn8Qf0yG
— Cyclocross24.com (@cyclocross24) February 1, 2020
¿Ciclocross en los Juegos Olímpicos de invierno?
Esto es algo que hace un tiempo ya escribimos en este mal anillado cuaderno…
31 de mayo: nueva edición de la Girona Gravel Ride
Dicen que el atletismo podría reclamar su hueco con el cross, si el ciclismo hace lo propio con su modalidad. Sería perfecto. Daría a los dos deportes más hermosos, más primigenios del esfuerzo y sacrificio, presencia en ambas citas olímpicas, y al tiempo metería naciones algo ajenas en el mapa del olimpismo blanco. No veo el problema, al contrario completa el programa, lo empuja al siglo XXI y lo enriquece. Esperemos noticias, pero también esperemos que la burocracia de la UCI sea, esta vez sí, tenaz y logre el propósito.
De aquella «paja mental» han pasado más de seis años y vuelve a la palestra.
Dicen que para que el ciclocross sea olímpico hace falta nieve, eso en los tiempos que corren no siempre será posible, aunque para conseguirlo con certeza habrá que sacar la modalidad de su zona de confort, eso es de Bélgica y por ende, de los Países Bajos.
Es decir, que en este mundial suizo hemos visto gente, pero mucha menos que si la carrera fuera en Zolder o Valkenburg, porque las masas ya sabemos donde se mueven.
Ahora ya no contentos con llevar el ciclocross fuera de esos lares, hay que buscarle altitud y así nieve.
Una cosa está clara, que el ciclocross fuera olímpico sería el golpe de efecto, la forma de hacerlo universal, ahora sí, de verdad, entrando en programas de becas, incentivando una modalidad que en muchos países es de relleno y pretemporada.
España es lo más obvio, todo lo que no sea olímpico no existe.
¿Lo veremos?
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