Opinión ciclista
Las luces y sombras del Dubai Tour
Terminada la segunda edición del Dubai Tour, la prueba emiratí deja varias conclusiones en el tintero. Algunas positivas y otras no tan esperanzadoras. Entre las alegres, se puede destacar la notable mejoría sufrida por la exótica ronda en cuanto a organización se refiere. Mientras que en 2014 corredores y equipos se quejaron de los desplazamientos y los problemas de materiales respecto a la prueba contrarreloj, en este 2015 los dos hoteles (Western y Le Meridien) que acogían los esqueléticos cuerpos de los esforzados de la carretera estaban a tan sólo 200 metros (aprox) de la línea de salida.
Situada en un marco incomparable, en la zona de Dubái Marina donde amarran los barcos más lujosos de la ciudad, las cuatro etapas nacieron ante la atenta mirada de jeques e invitados que siguieron con mimo las evoluciones de los corredores. Como es lógico por su cultura, la mayoría de ellos hombres. La zona de ocio cercana a la línea de meta, llena de niños y jóvenes promesas que parecían acercarse con curiosidad al mundo del pedal, era tan completa que podías hacerte hasta un selfie (maldita moda) virtual con el circular trofeo conquistado el curso pasado por el Taylor Phinney. Los problemas en cuanto a las ‘cabras’ quedaron solucionados por el simple hecho de que esas máquinas tan costosas y poco pesadas no eran necesarias en un recorrido en el que se optó por una interesante etapa montañosa que concluía en la presa de Hatta en vez de una ideal para contrarrelojistas.
Como decía Aritz Arberas, nuevo director español del cuadro local SkyDive, en Dubái «todo lo que se quiera hacer se puede hacer«. Siguiendo su propio pensamiento, en el maravilloso emirato puedes encontrarte desde un fastuoso y casi irrepetible circuito urbano hasta una etapa montañosa digna de los mejores escaladores. La ruta en sí tiene algo de ‘trampa’, puesto que recorrió cuatro emiratos (Dubái, Ras Al Khaimah, Sharjah y Fujairajh), pero logró sorprender de la misma manera por un trazado propio de una grande. De esos que tanto parecen gustarle a Javier Guillén en las últimas ediciones de la Vuelta a España.
También según el criterio del vasco, RCS (a quien parece que le gusta el aroma cálido del desierto) podría proponer cualquier recorrido que los responsables locales serán capaces de saciar gracias a los infinitos recursos que parecen esconder en sus bolsillos invisibles. Como ejemplo, en la propia ciudad hay una pista de esquí, mares o islas de pega y edificios en equilibrio imposible. Dubái es una ciudad de película. Una urbe del futuro que vive el presente y que ahuyenta a aquellos que dicen que todo se vendrá abajo cuando acabe el petróleo. Los taxistas, ese gremio que sabe más que la ya en desuso Encarta, exponen que eso es una falacia porque actualmente es el turismo quien sostiene al país trayendo más del 80% de los ingresos.
Además de la organización, el novedoso recorrido y el renovado catering (pese a la tradición imperante sigue siendo complicado no probar la carne y el alcohol en esta parte de Oriente), también se puede calificar como provechoso el nuevo aspecto del propio SkyDive, aquél equipo nacido hace 14 meses en el desierto que a punto estuvo de morir el pasado otoño pero que ha resucitado gracias a la fantástica labor en la sombra de Ricardo Mártins y, sobre todo, a los petrodólares de Mansour Juma Bousaiba, un apasionado del deporte en general y el ciclismo en particular que estuvo en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. La estructura, pez todavía en muchas asignaturas ciclistas, parece más consolidada y con el deseo firme de lograr al menos uno de sus tres grandes objetivos: crecer, ser World Tour y aupar a un corredor patrio (los mismos que a día de hoy no saben bien cuándo hidratarse o cómo colocarse adecuadamente entre la serpiente multicolor -para eso está el veterano Mancebo-) a los bellos y mediáticos caminos de la ‘Grande Bouclé’.
Entre otros apuntes, queda destacar que algunos de los grandes ‘capos’ como Nibali, Valverde, Purito o Cavendish siguen apostando por rodar entre estos lujosos parajes que parecen dispuestos a comprar la tradición ciclista. Y, visto lo visto, parece que van por la buena senda para lograrlo. Por ilusión y dinero no quedará.
Una de las ideas que sobrevuelan la cabeza de los pensadores locales consiste en dotar de mayor valor a la ‘ruta del turbante’ (Dubái, Qatar y Omán), como así la denominó nuestro ‘chaval’ Lastras, juntándolas en una única gran vuelta de tres semanas. Algo que para los dirigentes de RCS parece aún complicado pero que quizá en el futuro, y como apuntaba off de record el experto e ilustrado compañero Fernando Llamas, podría encontrar su fórmula ideal basándose en una especie de copa valorada por puntos. Así conseguiría que algunas de las grandes estrellas no se borraran de una cita que no tendría sencillo encontrar un lugar ideal en el calendario.
Entre los aspectos negativos se podría apuntar la falta de público. Realmente la prueba no parece indicada para la llegada de aficionados (se corre por autovías anchísimas de hasta seis carriles en los que resulta imposible estar al pie del cañón), las pocas oportunidades para los escaladores (tan sólo en la tercera etapa había tramos que fueran favorables para los Purito y compañía que al final, se quiera o no, son los que dan repercusión a las competiciones) y los detalles de noveles que se pudieron apreciar en algunos tramos.
Entre ellos el del comisario que no sabía realmente que se había formado la fuga del «Emir Mancebo», los episodios de los peatones cruzando de acera silbando metros antes de que pasaran los escapados o los problemas con la radio que hicieron imposible seguir la carrera casi desde el principio en los coches. Alguno de estos detalles, como recordaba Dani Sánchez en las redes, es motivo de retirada de la categoría UCI. Luces y sombras de una carrera que muestra a las claras hacia dónde va el ciclismo moderno.
Por Nacho Labarga desde Dubái
Foto tomada de www.dubaitour.com
INFO
Y si para viajar quieres olvidarte de las maletas e indeseables bultos…
Para poder trasportar correctamente tu bicicleta con el embalaje NACEX BICIBOX, debemos tener en cuenta lo siguiente
– Se debe girar y desmontar el manillar
– Se deben desmontar los pedales y ruedas (una o las dos dependiendo del tamaño)
– Se deben proteger los elementos sensibles (cuadro, tijas) y aquellos que queden desmontados con papel burbuja o similar
– Introducir en la caja cuidadosamente evitando golpes y arañazos
– Transportar siempre en posición vertical
Opinión ciclista
Tour: Estas etapas matan el ciclismo
La primera de las etapas en Francia ha sido un lastre para el Tour
En un ciclismo, en una sociedad de paciencia menguante, como leo a Ander Izagirre, etapas como la primera del Tour en Francia son un tiro en el pie de este deporte.
Llego ahora a casa y leo que os estáis aburrrrriendo con la etapa tostón del Tour. Aquí tenéis algunas decisiones brutas y cómicas que tomaban los organizadores de Giro, Tour y Vuelta contra el aburrrrrimiento. pic.twitter.com/HDRvFMGrRr
— Ander Izagirre (@anderiza) July 4, 2023
No hablamos del deportista, ni de su necesidad de tomarse un respiro en una jornada que conecta la salida vasca con los Pirineos, que puede ser tomada con más o menos calma, hablamos de imagen, de la percepción, de la sensación que, o eres un enfermo de esto, o es imposible tragarse semejante bodrio.
¿Lo mejor?
La retransmisión, como casi siempre, aunque para conocer las Landas, quizá mejor los documentales de La 2.
La imagen de recreo y asueto generalizados esta jornada de julio fue el mejor tarjetón de invitación a la siesta.
Ya veis, el mito de la siesta y el ciclismo, con la voz de Perico o Javier Ares de fondo, en el calor de julio, las jornadas intensivas en el trabajo.
El ciclismo no puede permitirse etapas así, el Tour, tampoco.
Es la etapa cuatro del Tour de Francia 2023, no estamos en ruta hacia los Campos Elíseos, de homenaje al ganador, ni tampoco en el día después de una gran batalla.
Las fuerzas están frescas y las etapas buscan ganadores y protagonistas en su desarrollo.
El hecho que lamentaba Antonio Alix, sobre los belgas atacando al unísono, como en una broma pactada con la moto de Philippe Gilbert, define un paisaje triste, indigno de la mejor carrera del mundo.
El comentario de Contador, sobre cómo suben los clicks de su marca de bicicletas cada vez que uno de los suyos va en fuga debería ser de conocimiento generalizado en el pelotón, a sabiendas que hay mucha gente mirándoles, pero también equipos de marketing calculando cada segundo que su marca tiene exposición en la televisión.
Jasper Philipsen repitió triunfo en una de las peores etapas que recuerdo del Tour, y eso que hay unas cuantas, pues fumadas suceden cada año, puntuales a la cita.
El ciclismo no se puede permitir días así, los ciclistas por intocables que crean, tampoco.
Seguro que vendrán grandes días de ciclismo, pero si a la larga estos trayectos decantan la balanza sucederá que igual no habrá dinero para todos.
Imagen: A.S.O./Charly Lopez
Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
Opinión ciclista
Faltan datos para valorar el convenio de Movistar con Arabia
El anuncio de colaboración de Movistar y Arabia es incompleto
Dinero e influencia árabe en el deporte occidental es algo tan corriente, que a veces no entiendo tanto revuelo como ayer, cuando supimos del acuerdo de colaboración entre el Movistar Team y Arabia Saudí, a través, tengo entendido, de su federación.
Lo cierto es que el anuncio de ayer entra el molde habitual de estos comunicados.
Hablan de colaboración, lo centran en personal técnico y métodos de entrenamiento, pero poco hablan de lo que todos queremos saber: la panoja.
Y es así, y así lo refleja, por ejemplo, Cyclingnews, que deja la duda en el ambiente, cosa que no he leído en otros sitios.
Hace unas semanas, durante la Vuelta, Eusebio Unzue habló de dinero fresco para la estructura, luego vinieron los efímeros rumores de Repsol y ahora esto.
¿Es Arabia el mecenas que va a incrementar el presupuesto del Movistar Team?
Esa es la madre del cordero y la pregunta para la que nadie tiene, ahora mismo, una respuesta, por mucho que nos podamos imaginar que así habría de ser.
Como decía al principio, dinero e influencia árabe en el carísimo deporte occidental es un hecho que ya sabemos no es exclusivo del ciclismo.
En el caso de Arabia Saudí, es obvia su relación con el fútbol español, además de invertir en otros deportes como Fórmula 1, golf y ciclismo, con el Saudi Tour que les organiza ASO, como uno de esos bolos de pretemporada en medio del desierto, antes que empiece la campaña trascendente.
Para los países de la zona, es capital sacarse de encima el yugo del petróleo activando acciones ajenas al mismo, bien asesorados desde occidente.
Empezaron entrando en marcas de lujo de moda, colonias y esas cosas, siguiendo por infraestructuras y llegaron deporte, viendo el ciclismo como algo muy occidental en lo que también les interesa estar presentes y de paso blanquear su imagen.
A nadie se le escapa que estos países no son paradigma de derechos humanos ni tde rato igualitario entre mujeres y hombres, pero eso no ha sido óbice para negar su dinero y que siga la fiesta.
Porque cuando aplaudimos a un corredor del Bahrain o el UAE, o a ver el año que viene el Movistar, nos desproveemos de todos los prejuicios que podamos tenerles.
Hay en este sentido una entrevista muy interesante a Gino Mäder, corredor que ha tenido cierto compromiso con temas como el medio ambiente, en la que se encoge de hombros cuando se le pregunta por el sueldo que percibe y su pagador, el estado de Bahrain.
Vengo a decir que sí, que no es estético, que no es edificante de primeras, pero que el tinglado necesita de pasta y ésta ahora mismo está en ese lado del hemisferio y aunque nos hagamos cruces, el que gestiona las estructuras no dudará en cogerlo si en ello le va el futuro.
No olvidemos que en breve veremos un mundial de fútbol sacado del verano por jugarse en Qatar y que todos acabaremos mirando para otro lado en estas cuestiones.
Como en todo, el diablo está en el detalle y no sabemos el 100% del contenido de ese acuerdo, cuánto le supone a las arcas del gestor del equipo y que contraprestaciones tendrá, por ejemplo, en el maillot.
Por eso practicar la autopsia antes de cualquier saber el precio de todo esto, me parece precipitado.
-
Ciclismo3 días atrás
Vuelta: Sólo O´Connor puede estar contento
-
Ciclistas1 semana atrás
Vuelta: Roglic no es pancartero en Covadonga
-
Ciclismo5 días atrás
Kern Pharma en la Vuelta, los milagros no existen
-
Ciclismo3 días atrás
En el desastre de Landa en la Vuelta el primero que falla es él
-
Ciclismo1 semana atrás
La triste retransmisión televisiva de la Vuelta
-
Ciclismo1 semana atrás
Vuelta: Una general con pies de barro
-
Ciclismo7 días atrás
Los Lagos de Covadonga dejan la Vuelta soñada
-
Ciclismo1 semana atrás
Turismo ciclista en una Gran Canaria sostenible