Opinión ciclista
La edición de este año de la Omloop Het Nieuwsblad nos demuestra que la desigualdad de género todavía sigue existiendo en el ciclismo
El pasado 8 de marzo se celebró en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Miles de mujeres de todos los rincones del planeta se lanzaron a las calles para reivindicar la igualdad entre géneros y la necesidad de implementar medidas desde las instituciones públicas para conseguirla. Una marea violeta, en la que mujeres de todas las edades se daban la mano en una lucha común, fue la protagonista durante esa jornada en todas las ciudades de España. Doctoras, abogadas, periodistas, estudiantes, peluqueras, economistas, taxistas, empresarias, autónomas, poetisas, cantantes y un largo etcétera salieron a la calle para hacer ver que cuando ellas se paran, el mundo se para. Porque su trabajo cuenta y es tan valioso como el que realizan los hombres, y por tanto debe ser recompensando del mismo modo.
Pero además de ser profesionales en un gran abanico de ámbitos, muchas de las mujeres que salieron a la calle el pasado 8 de marzo son también deportistas a las que continuamente se les ponen trabas en función a la disciplina que practiquen. Porque sí, en el deporte lamentablemente también existe una enorme desigualdad de géneros. No es extraño escuchar en los telediarios noticias que hablan sobre las faltas de respeto a árbitras en partidos de fútbol o a jugadoras en deportes como el rugby, el boxeo o el motociclismo. Es más, tampoco es extraño que los medios de comunicación no se hagan eco de los triunfos deportivos de equipos o selecciones femeninas por considerar que son menos importantes que los conseguidos por los hombres.
En el caso del ciclismo debemos decir que, por desgracia, sigue siendo un deporte asociado principalmente al género masculino. Esto significa que las ayudas a los equipos femeninos son menores, que los premios en las competiciones son sustancialmente inferiores a los de competiciones similares pero enfocadas a un público masculino, que los patrocinios y la visibilidad que se le da en los medios de comunicación al deporte son irrisorios, y que el trabajo y el esfuerzo de las ciclistas está infravalorado. Esta situación resulta cuanto menos vergonzosa, sobre todo si tenemos en cuenta que el Tour de Francia es el evento deportivo con mayor cobertura mediática y mayor seguimiento de público en el planeta, tan solo por detrás del Mundial de Fútbol y de los Juegos Olímpicos. El ciclismo es un deporte de primer nivel que cuenta con millones de adeptos en el mundo, con canales propios de retransmisión de competiciones, que está presente en los principales medios que estudian los pronósticos como Oddschecker y que mueve grandes cantidades de dinero en patrocinios. Y sin embargo, cuando sobre las dos ruedas las que pedalean son mujeres, todo esto se evapora y en ocasiones nos deja hasta situaciones dignas de olvidar.
Hace apenas unas semanas el nombre de la ciclista Nicole Hanselmann dio la vuelta al mundo. No lo hizo por haber ganado ningún campeonato, aunque podría haberlo hecho, ni por haber batido ningún récord. No, esta ciclista suiza saltó a la esfera pública porque fue obligada a parar en medio de una competición por estar “demasiado cerca del pelotón masculino”. De esta forma, lo que se buscaba desde la organización era que Hanselmann no llegara nunca a pillar a sus compañeros masculinos, aunque el motivo de esta decisión no ha quedado demasiado claro.
Pero pongámonos en situación. El primer fin de semana de marzo se llevó a cabo en Bélgica la Omloop Het Nieuwsblad, una carrera profesional que se celebra desde 1945 y que supone el pistoletazo de salida para las carreras europeas englobadas dentro del calendario del UCI World Tour. El trayecto engloba los 123 kilómetros que separan Gante de Ninove, y una de las principales particularidades es que se trata de una competición mixta, es decir, que tanto hombre como mujeres pueden participar. No obstante, y de manera paradigmática, hombres y mujeres no compiten entre sí sino que existen dos categorías diferenciadas y, por extensión, dos premios independientes. Por esta razón es por la que el pelotón masculino comienza la carrera con diez minutos de ventaja con respecto al de las mujeres, una medida que nunca ha generado ningún problema hasta este año.
Tras los diez minutos iniciales de diferencia, el pelotón femenino comenzó con su recorrido. Hanselmann atacó durante los primeros 7km, lo que le dio una amplia ventaja sobre sus compañeras y la dejó sola durante más de 20km. El “problema” llegó en el kilómetro 35, cuando la suiza le sacaba dos minutos al resto del pelotón femenino y comenzó a divisar la cola del masculino. Fue en este momento cuando la organización de la competición interceptó a Nicole para pedirle que parase durante unos minutos con el objetivo de ampliar la distancia que existía con el pelotón masculino. De esta forma, la ciclista suiza, que participaba por primera vez en esta histórica carrera, se vio obligada a frenar en seco su ritmo y permanecer quieta en medio del asfalto durante alrededor de 5 minutos. Junto a ella, tuvieron que hacerlo el resto de mujeres del pelotón a las que Hanselmann les sacaba una importante distancia. Tras el parón, todas ellas reiniciaron la carrera y con el objetivo de favorecer de algún modo a Nicole la organización decidió darle dos minutos de ventaja. Pero esta medida fue insuficiente, esos cinco minutos de parada jugaron en contra de la suiza, que no consiguió recuperar el buen ritmo que llevaba y finalmente terminó en el puesto 74. De no haber sido obligada a parar, probablemente Hanselmann se hubiera alzado con el premio de la competición femenina, que finalmente fue a parar a Chantal Blaak.
Fue la propia ciclista, que a pesar de su posición final se mostró orgullosa del resultado, la que denunció esta situación a través de las redes sociales. La organización, por su parte, comunicó a los medios que la decisión de frenar al pelotón femenino se basó en la necesidad de “neutralizar” la carrera. Pero, ¿si ambas competiciones estaban claramente diferenciadas desde el principio qué necesidad existía de neutralizarla? Que Nicole Hanselmann y el resto de sus compañeras hubieran alcanzado al pelotón masculino no habría cambiado en nada el funcionamiento de la carrera, seguiría habiendo una ganadora y un ganador en cada categoría, aunque tal vez la primera habría cruzado la línea de meta antes que su homólogo masculino a pesar de la ventaja inicial de 10 minutos.
La Omloop Het Nieuwsblad finalizó así con un mal sabor de boca, y aunque hace ya más de 150 años de aquella primera carrera de ciclismo femenino y muchos de los prejuicios iniciales ya han desaparecido, situaciones como las vividas en Bélgica nos indican que todavía queda mucho por hacer por la igualdad de género en el ciclismo.
Imagen: Foto: Pixabay // Dominio Público
Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
Opinión ciclista
Faltan datos para valorar el convenio de Movistar con Arabia
El anuncio de colaboración de Movistar y Arabia es incompleto
Dinero e influencia árabe en el deporte occidental es algo tan corriente, que a veces no entiendo tanto revuelo como ayer, cuando supimos del acuerdo de colaboración entre el Movistar Team y Arabia Saudí, a través, tengo entendido, de su federación.
Lo cierto es que el anuncio de ayer entra el molde habitual de estos comunicados.
Hablan de colaboración, lo centran en personal técnico y métodos de entrenamiento, pero poco hablan de lo que todos queremos saber: la panoja.
Y es así, y así lo refleja, por ejemplo, Cyclingnews, que deja la duda en el ambiente, cosa que no he leído en otros sitios.
Hace unas semanas, durante la Vuelta, Eusebio Unzue habló de dinero fresco para la estructura, luego vinieron los efímeros rumores de Repsol y ahora esto.
¿Es Arabia el mecenas que va a incrementar el presupuesto del Movistar Team?
Esa es la madre del cordero y la pregunta para la que nadie tiene, ahora mismo, una respuesta, por mucho que nos podamos imaginar que así habría de ser.
Como decía al principio, dinero e influencia árabe en el carísimo deporte occidental es un hecho que ya sabemos no es exclusivo del ciclismo.
En el caso de Arabia Saudí, es obvia su relación con el fútbol español, además de invertir en otros deportes como Fórmula 1, golf y ciclismo, con el Saudi Tour que les organiza ASO, como uno de esos bolos de pretemporada en medio del desierto, antes que empiece la campaña trascendente.
Para los países de la zona, es capital sacarse de encima el yugo del petróleo activando acciones ajenas al mismo, bien asesorados desde occidente.
Empezaron entrando en marcas de lujo de moda, colonias y esas cosas, siguiendo por infraestructuras y llegaron deporte, viendo el ciclismo como algo muy occidental en lo que también les interesa estar presentes y de paso blanquear su imagen.
A nadie se le escapa que estos países no son paradigma de derechos humanos ni tde rato igualitario entre mujeres y hombres, pero eso no ha sido óbice para negar su dinero y que siga la fiesta.
Porque cuando aplaudimos a un corredor del Bahrain o el UAE, o a ver el año que viene el Movistar, nos desproveemos de todos los prejuicios que podamos tenerles.
Hay en este sentido una entrevista muy interesante a Gino Mäder, corredor que ha tenido cierto compromiso con temas como el medio ambiente, en la que se encoge de hombros cuando se le pregunta por el sueldo que percibe y su pagador, el estado de Bahrain.
Vengo a decir que sí, que no es estético, que no es edificante de primeras, pero que el tinglado necesita de pasta y ésta ahora mismo está en ese lado del hemisferio y aunque nos hagamos cruces, el que gestiona las estructuras no dudará en cogerlo si en ello le va el futuro.
No olvidemos que en breve veremos un mundial de fútbol sacado del verano por jugarse en Qatar y que todos acabaremos mirando para otro lado en estas cuestiones.
Como en todo, el diablo está en el detalle y no sabemos el 100% del contenido de ese acuerdo, cuánto le supone a las arcas del gestor del equipo y que contraprestaciones tendrá, por ejemplo, en el maillot.
Por eso practicar la autopsia antes de cualquier saber el precio de todo esto, me parece precipitado.
Opinión ciclista
La llegada de la Vuelta a Croacia es criminal
La cantidad de peligro de los finales de la Vuelta a Croacia supera muy por encima la media
No he visto la Vuelta a Croacia mucho, pero lo que he podido apreciar, me ha parecido un desastre.
No me gusta hablar así de las organizaciones ciclistas, sé lo que hay detrás, el cariño e ilusión que ponen, la necesidad de los países y ciudades por enseñar qué ofrecen.
Todo eso lo sé, y lo valoro, pero hay veces que se diseñan circuitos y llegadas que parecen tiros en el pie.
Mirad la llegada final del Tour de Croacia, y decidme si es medio normal.
La vuelta a Croacia ha tenido finales criminales. Éste es una fiesta https://t.co/m5Sfsm7fJW
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) October 3, 2022
La cantidad de cambios de sentido y rasante, diferentes superficies por la ruta, elementos en medio de la misma, hasta aceras separadas con mini bolardos (recordar la que se lio en una Itzulia con Pardilla) y ciclistas esquivándolos.
Me pareció increíble -por suerte- que no pasara nada, nada más serio y grave, una caída de esas que te quitan las ganas de comer y te dejan mal cuerpo para todo el día.
Había motivos para pensar que eso podía acabar así.
Es alucinante que haya asociaciones y entes como la UCI diciendo que hacen su trabajo y se cuelen cosas así.
Pusimos el grito en el cielo una de las llegadas en la Vuelta a Burgos y ahora esto.
Entiendo que haya mucho cachondeo con la UCI y la longitud permitida de los calcetines.
La norma, aunque nos parezca ridícula, tendrá sus motivos, como las muchas que el gran ente del ciclismo mundial aplica y mejoran este deporte -de esas no se habla- pero es que deja en bandeja el meme cuando se les cuela una llegada como ésta.
Que no es la primera que vemos recientemente, ni será la última que nos toque padecer.
Entre semana la Tour de Croacia ofreció otra llegada en mojado que tenía mil cambios de sentido, me parció increíble no se produjera una buena hostia, más allá de algún ciclista que se fue al suelo.
Todo esto nos hace pensar en los mecanismos de control en el ciclismo y si la precariedad que detectamos muchas veces no es más que la economía de este deporte, a nivel profesional, que no se puede permitir ciertos calendarios ni nivel de competiciones.
Lo curioso es que estas llegadas las vemos, nos lamentamos, se arma el pollo y poco después, aquí paz y después gloria.
No sé pues a qué tanta asociación, gremio e historias.
Imagen: @cro_race
-
Ciclismo7 días atrás
El Indurain más apabullante estuvo en el Dauphiné
-
Ciclismo23 horas atrás
Landa y Mas, menos mal que las cronos son cortas
-
Primoz Roglic1 semana atrás
¿Roglic al Tour? No sé yo
-
Ciclismo5 días atrás
Siete ciclistas que quieren entrar en el «big 6»
-
Primoz Roglic3 días atrás
Roglic podría hacer historia en la Vuelta a Suiza
-
Ciclismo1 semana atrás
La generosidad de la familia de Estela Domínguez
-
Ciclistas1 semana atrás
Giro: Lennard Kämna sacrifica instinto por un puesto en la general
-
Ciclistas2 días atrás
Christophe Laporte tiene para él y para el Jumbo