Opinión ciclista
#GiroPost Demasiados gilipollas en las cunetas
El ciclismo se lo ha de hacer mirar. Este deporte camina en un fino alambre entre la desaparición, teoría de algunos, y fenómeno de masas, lo que vemos en otros momentos. La subida final de este Giro de Italia al Monte Zoncolan, una cuesta inhumana en el corazón del Friuli, tuvo de lo segundo.
Si en la subida al Grappa Fabio Aru llegó milagrosamente a la cima sin poner pie a tierra, en el Zoncolan hemos presenciado una clara violación del normal desarrollo de un acontecimiento deportivo por culpa de un imbécil que, ataviado con el maillot del campeón del mundo, desequilibró a Bongiono, otro Bardiani a la fuga, cuando iba camino de cima en compañía de Michael Rogers, ganador a la postre. Ojalá algún abogado del humilde equipo italiano le localice y le empure. Casi al mismo tiempo, otro subnormal, ataviado con la bandera colombiana, queriendo empujar a Nairo Quintana, seguro e imperturbable líder, casi tira al boyacense y perjudica a quienes seguían su rueda, entre otros Domenico Pozzovivo.
Desconozco cuáles son las costumbres del aficionado ciclista en su tiempo de espera de la carrera. No sé si corre el alcohol en mayor o menor medida, cosa que creo que es más bien lo primero por lo que ocurre en otros circuitos, no sé si la impaciencia les dispara la adrenalina o es la simple emoción la que les lanza al delirio.
Sea como fuere en el Zoncolan hemos tenido otra muestra de lo que va camino de convertirse este deporte cuando la masa acude a él sin respeto ni conciencia. El año pasado la doble subida en Alpe d´ Huez se saldó milagrosamente sin incidentes, e incluso ofreció estampas imborrables como la de Adan Hansen brindando con los holandeses, y ahora el Giro nos da un poco más de lo mismo.
El espectador ciclista medio actual creo que dista mucho del de hace veinte años. Ahora quien más quien menos se han hecho un Zoncolan, o si no una Bonaigua o como poco la cuesta de su pueblo. Saben lo que implica subir esas rampas inmundas, que ni siquiera se diseñaron para vehículos a motor, de ahí mi extrañeza ante lo que el Zoncolan nos han ofrecido. La subida ha concitado a todos los frikis de Italia y posiblemente a gran número venidos de países cercanos, pues ésta es una zona de frontera.
La falta de respeto al ciclista es tan grande que su solo presencia ahí ya ofende. Desconozco qué pensarán los organizadores de estas situaciones, que desde luego no hablan bien del evento, pero quizá deberían tomar medidas drásticas en el futuro. Si se dice que las vallas altas de las salidas han sido grandes obstáculos en el contacto del público con los corredores, la desprotección que existe en las subidas finales no es de recibo. Entiendo que hay soluciones intermedias, algunas incluso marciales, como revisión de alcohol al inicio de las subidas. Lo que está claro es que de seguir esto así, el ciclismo volverá a portada de noticiarios y no por sus ganadores, sino por el imbécil borracho que se carga a un ciclista en el digno ejercicio de su profesión.
Agradezco a @FcoJLucasS la idea de tan ilustrativo titular
Imagen tomada de @Dorsal51
Noticias de ciclismo
Qué poco sabemos sobre el Tramadol
Ahora mismo sólo el ciclismo ha prohibido el Tramadol
Cierto es que no es dopaje, no al menos sobre el papel y en la norma, pero a mí que me lo expliquen ¿qué cojones pasa con el tramadol?
En otras palabras, no se puede dejar de golpe https://t.co/34sQQ5uT7n
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) December 10, 2022
Su nombre corre por los mentideros hace tiempo, no da beneficio alguno en el rendimiento, sobre el papel, pero pitar con esto, o similar, te puede valer la ruina.
En ciclismo ya está prohibido, en otros deportes habrá que esperar, como si se necesitara un tiempo de transición para dejarlo estar.
La sensación, si no fuera porque la hemos visto mil veces en el deporte, sería fea, extraña, casi nauseabunda.
La cosa es sencilla, es matar la sensibilidad del deportista para que éste se centre en el rendimiento sin que nada moleste, si quiera eso tan humano que es el dolor por el esfuerzo fuera norma que esta gente practica.
Ver su gestión denota que hay que poner tanta gente, tan diversa, de acuerdo que parece hasta siniestro que a nadie se le hubiera ocurrido antes.
Otra muesca más en quienes dicen mirar por la salud del deportista
Pillaron en Catar, en puertas del mundial de fútbol a un tipo con 2000 pastillas de Tramadol, como aquel auxiliar de Festina cargado de mierda que cazaron en la frontera entre Bélgica y Francia camino de la salida del Tour en Dublín.
No sé si adujo «consumo privado» en su defensa.
En aquel caso, ya sabemos lo que pasó, en este caso es un argumento más para quienes abogan por el tramadol fuera del deporte, no sólo del ciclismo.
Como me decían en twitter este finde ¿qué no sabrá la WADA sobre el tramadol para hacer esto?
Y lo más tétrico: ¿Qué se habría evitado de haberle puesto coto antes?
El Tramadol no es dopaje, insisten, y escribo constantemente aquí, pero todo lo que toca lo pudre y estigmatiza.
Se utilizó como arma arrojadiza para los irresponsables que iban a saco en algunas llegadas, sin miedo ni complejos, y ahora pesa como una losa sobre una de las grandes estrellas del pelotón, el amigo Nairo, que sigue sin equipo, oficialmente reconocido a puertas de Navidad.
Lo lamentable de todo esto es que, como muchas veces digo, es que estamos ante la punta del iceberg… ¿cuánta parte del cuento nos estamos perdiendo?
Opinión ciclista
Luis Enrique y la mal llamada prensa deportiva
Lo que está sucediendo con Luis Enrique es el termómetro de la prensa que se llama deportiva
Este es un tema que cuando empecé este mal anillado cuaderno solía tratar, pero con el tiempo dejé de lado, por ser imposible sacar nada bueno. Hablo de eso que llaman prensa deportiva.
Admito que me gusta el mundial de fútbol, me gusta mucho, desde siempre, su historia, las leyendas, las sedes… es una mística que sólo los Juegos Olímpicos y ciertas carreras ciclistas, diferentes cada año, según resulten, pueden igualar.
Antes del evento en Qatar, ya sabíamos que el ambiente alrededor de la selección española iba a estar condicionado por la figura del seleccionador, un gran aficionado al ciclismo además, Luis Enrique.
Pues bien, no ha hecho más que empezar el evento y tenemos llamas en las redes contra Paco González, en representación de la camarilla, por su diatriba ante el seleccionador.
Al margen que me parezca que tenga o no razón, el fútbol es algo tan apasionante como espectáculo colectivo, que esto, para mí es una menudencia, lo que me alucina es el ensañamiento gratuito contra una persona que podrá caerte mejor o peor pero que si está será por haber demostrado méritos suficientes para ejercer.
Es la bronca política, el negarle toda cualidad al adversario, llevada a la prensa que se dice deportiva.
Para la gente del ciclismo, la verdad, lo que tenga que decir esta gente poco o nada nos va a sorprender.
Con los años nos han regalado análisis sesudos como aquel que decía que el ciclismo es un deporte fácil porque van sentados o los mismos que medían la salud del ciclismo español por la cantidad de corredores que iban al Tour.
No entremos en cuando hablaban de dopaje.
Ahora, parece que a muchos se les ha caído la careta de esta camarilla.
España, lo siento, no tiene prensa deportiva, tiene una banda de malos actores, aireando lo peor de algo tan hermoso como el fútbol, para sacarse el sueldo a final de mes.
Lo triste es cuando se acuerdan de otros deportes, tipo ciclismo, y sale a flote toda su desconexión con la realidad del deporte.
A mí personalmente Luis Enrique me cae bien, sé que no es políticamente correcto pero al menos lo ves venir.
Y como repiten muchos, por cualquier cosa, hay que bancarle: que en sus famosos streams diga que está pendiente de la campaña de ciclocross me parece genial.
Tenemos aquí un buen embajador, un ciclista de papear kilómetros y sacarle todo el partido a la flaca.
Sólo por eso, y por destapar el disparate que algunos ejercen cada día en nombre de la prensa deportiva, le tenemos que querer.
Nosotros somos modestos, hablamos de nuestro deporte, nos equivocamos mil veces, pero somos directos y transparentes en nuestra opinión, pero sobretodo hablamos de algo que nos apasiona y lo hacemos con cariño infinito.
Opinión ciclista
Faltan datos para valorar el convenio de Movistar con Arabia
El anuncio de colaboración de Movistar y Arabia es incompleto
Dinero e influencia árabe en el deporte occidental es algo tan corriente, que a veces no entiendo tanto revuelo como ayer, cuando supimos del acuerdo de colaboración entre el Movistar Team y Arabia Saudí, a través, tengo entendido, de su federación.
Lo cierto es que el anuncio de ayer entra el molde habitual de estos comunicados.
Hablan de colaboración, lo centran en personal técnico y métodos de entrenamiento, pero poco hablan de lo que todos queremos saber: la panoja.
Y es así, y así lo refleja, por ejemplo, Cyclingnews, que deja la duda en el ambiente, cosa que no he leído en otros sitios.
Hace unas semanas, durante la Vuelta, Eusebio Unzue habló de dinero fresco para la estructura, luego vinieron los efímeros rumores de Repsol y ahora esto.
¿Es Arabia el mecenas que va a incrementar el presupuesto del Movistar Team?
Esa es la madre del cordero y la pregunta para la que nadie tiene, ahora mismo, una respuesta, por mucho que nos podamos imaginar que así habría de ser.
Como decía al principio, dinero e influencia árabe en el carísimo deporte occidental es un hecho que ya sabemos no es exclusivo del ciclismo.
En el caso de Arabia Saudí, es obvia su relación con el fútbol español, además de invertir en otros deportes como Fórmula 1, golf y ciclismo, con el Saudi Tour que les organiza ASO, como uno de esos bolos de pretemporada en medio del desierto, antes que empiece la campaña trascendente.
Para los países de la zona, es capital sacarse de encima el yugo del petróleo activando acciones ajenas al mismo, bien asesorados desde occidente.
Empezaron entrando en marcas de lujo de moda, colonias y esas cosas, siguiendo por infraestructuras y llegaron deporte, viendo el ciclismo como algo muy occidental en lo que también les interesa estar presentes y de paso blanquear su imagen.
A nadie se le escapa que estos países no son paradigma de derechos humanos ni tde rato igualitario entre mujeres y hombres, pero eso no ha sido óbice para negar su dinero y que siga la fiesta.
Porque cuando aplaudimos a un corredor del Bahrain o el UAE, o a ver el año que viene el Movistar, nos desproveemos de todos los prejuicios que podamos tenerles.
Hay en este sentido una entrevista muy interesante a Gino Mäder, corredor que ha tenido cierto compromiso con temas como el medio ambiente, en la que se encoge de hombros cuando se le pregunta por el sueldo que percibe y su pagador, el estado de Bahrain.
Vengo a decir que sí, que no es estético, que no es edificante de primeras, pero que el tinglado necesita de pasta y ésta ahora mismo está en ese lado del hemisferio y aunque nos hagamos cruces, el que gestiona las estructuras no dudará en cogerlo si en ello le va el futuro.
No olvidemos que en breve veremos un mundial de fútbol sacado del verano por jugarse en Qatar y que todos acabaremos mirando para otro lado en estas cuestiones.
Como en todo, el diablo está en el detalle y no sabemos el 100% del contenido de ese acuerdo, cuánto le supone a las arcas del gestor del equipo y que contraprestaciones tendrá, por ejemplo, en el maillot.
Por eso practicar la autopsia antes de cualquier saber el precio de todo esto, me parece precipitado.
Opinión ciclista
La llegada de la Vuelta a Croacia es criminal
La cantidad de peligro de los finales de la Vuelta a Croacia supera muy por encima la media
No he visto la Vuelta a Croacia mucho, pero lo que he podido apreciar, me ha parecido un desastre.
No me gusta hablar así de las organizaciones ciclistas, sé lo que hay detrás, el cariño e ilusión que ponen, la necesidad de los países y ciudades por enseñar qué ofrecen.
Todo eso lo sé, y lo valoro, pero hay veces que se diseñan circuitos y llegadas que parecen tiros en el pie.
Mirad la llegada final del Tour de Croacia, y decidme si es medio normal.
La vuelta a Croacia ha tenido finales criminales. Éste es una fiesta https://t.co/m5Sfsm7fJW
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) October 3, 2022
La cantidad de cambios de sentido y rasante, diferentes superficies por la ruta, elementos en medio de la misma, hasta aceras separadas con mini bolardos (recordar la que se lio en una Itzulia con Pardilla) y ciclistas esquivándolos.
Me pareció increíble -por suerte- que no pasara nada, nada más serio y grave, una caída de esas que te quitan las ganas de comer y te dejan mal cuerpo para todo el día.
Había motivos para pensar que eso podía acabar así.
Es alucinante que haya asociaciones y entes como la UCI diciendo que hacen su trabajo y se cuelen cosas así.
Pusimos el grito en el cielo una de las llegadas en la Vuelta a Burgos y ahora esto.
Entiendo que haya mucho cachondeo con la UCI y la longitud permitida de los calcetines.
La norma, aunque nos parezca ridícula, tendrá sus motivos, como las muchas que el gran ente del ciclismo mundial aplica y mejoran este deporte -de esas no se habla- pero es que deja en bandeja el meme cuando se les cuela una llegada como ésta.
Que no es la primera que vemos recientemente, ni será la última que nos toque padecer.
Entre semana la Tour de Croacia ofreció otra llegada en mojado que tenía mil cambios de sentido, me parció increíble no se produjera una buena hostia, más allá de algún ciclista que se fue al suelo.
Todo esto nos hace pensar en los mecanismos de control en el ciclismo y si la precariedad que detectamos muchas veces no es más que la economía de este deporte, a nivel profesional, que no se puede permitir ciertos calendarios ni nivel de competiciones.
Lo curioso es que estas llegadas las vemos, nos lamentamos, se arma el pollo y poco después, aquí paz y después gloria.
No sé pues a qué tanta asociación, gremio e historias.
Imagen: @cro_race
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Christophe Laporte tiene para él y para el Jumbo
Fco.J.Lucas.S.
31 de mayo, 2014 En 17:48
Como telespectador ha sido vergonzoso. Apenas ha cambiado desde que un imbécil tiró a Guerini en el 99 en ¿Alpe D’Huez? y casi le priva de la victoria.
Por desgracia, estos puertos finales que son tan bonitos y tan duros, han hecho que aparezca una competición paralela al margen de la que se disputa en la carretera, el del ser el más ….(rellenar a gusto del consumidor)… Los organizadores tendrán que buscar soluciones.
Gracias por la mención.
raul
3 de junio, 2014 En 9:14
No estoy de acuerdo. LOS CICLISTAS SON LOS PRIMEROS QUE PIDEN QUE SE LES EMPUJE y son los más agradecidos en que les animes. Pero bueno, nada es perfecto y se les puede tocar en un momento dado. Tampoco tengo claro que cambiase el devenir de la etapa ya que Bongiorno iba justísimo, no me dirás que perdió 40 segundos ahí y es que lo adelantó hasta Pellizotti. Claro está que alguno va un poco pasadito, pero bueno… de todas formas se respeta al ciclista muchísimo y ya te digo yo que se le anima más que se le putea.
raul
3 de junio, 2014 En 9:15
No se… yo te veo un poquito demagogo, no¿?¿? Sin animos de ofender !!!!
Ivan
3 de junio, 2014 En 10:32
Pues siento decir que no estoy de acuerdo. Una cosa es animar y otra correr al lado del ciclista y tocarle como se toca a los toros en un encierro y eso es lo que se hizo. Sobre Bongiorno hablamos de rampas tan bestiales que cualquier parón te hunde en la miseria
raul
3 de junio, 2014 En 17:22
No se si ya lo habras hecho, pero si no te invito a que vayas a los Dolomitas a ver el giro, quizá cambies de paradigma.
Ivan
3 de junio, 2014 En 22:21
es posible Raúl, pero siempre desde el respeto a la competición y al deportista. No lo he hecho en los Dolomitas, pero sí en otros sitios, y gusta que te animen, claro que sí. Yo corro a pie y me encanta que me animen pero cuando vas al límite cualquier cosa, cualquier tontería te desconcentra y pierdes todo lo ganado. Eso es lo que yo no veo bien
raul
3 de junio, 2014 En 17:24
siempre desde el respeto a la competicion y al deportista claro está, pero ya te digo yo que les gusta que corran a su lado y les animen