Enric Mas
Enric Mas en Lombardía: «Mis dieses»
Enric Mas cierra en Lombardía una temporada en la que sale muy reforzado
No os miento si os digo que Enric Mas siempre me ha caído bien, pues, al margen de ser un buen ciclista y hace cosas que ni en mis sueños yo podría, me ha parecido un chaval, y lo comenté en más de una ocasión, que se toma muy en serio su profesión y la percepción que el aficionado tiene de su trabajo por mucho que en el último documental del equipo no salga muy bien parado.
Vaya esto por delante, pues este artículo viene a reconocer el magnífico final de temporada de Enric Mas con guinda en el Giro de Lombardia.
Si decimos que Enric está corriendo como hemos dicho que debía correr parecera ventajista, pero es que está corriendo como queríamos que corriera #Illombardia
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) October 8, 2022
Porque, si empezamos por el final, por lo visto en las inmediaciones de Como, admito que Enric Mas me ha encantado.
Sabíamos que venía de dulce, hace una semana ganaba Emilia, una carrera preciosa, y durante las carreras italianas ya se le veía bien, muy cerca cuando no superior a Pogacar.
Lombardía era otro estadio, otra cosa, primero, es un monumento, terreno en el que Enric Mas, muy vueltómano, no se había prodigado casi nada, luego por los rivales que concurrían y la dureza que había por delante.
Enric ha cumplido con creces lo que esperábamos de él, y ojo que no ha ganado, pero ha tenido actitud, rabia y carácter, todo eso que no le hemos visto durante tanto tiempo.
Como dije durante la carrera, no quiero parecer ventajista, pero en Como, Enric ha corrido como queríamos que corriera, quedándose con el mejor del mundo y atacándole, cuando no relevando con todo, y eso que hoy quizá la habría interesado que Mikel Landa hubiera estado con ellos para darle más zozobra a la llegada.
No lo ha hecho y puedo entender el motivo: Enric ha acabado el año cargadísimo de moral, con una seguridad en sí mismo que le ha demostrado que, si se pone, es capaz de cualquier cosa, hasta de mirar de tú a tú a Pogacar en un sprint final a dos.
Y tiene mérito, se ha reconstruido de su miseria del Tour, con el tema de las bajadas coleando, tras una campaña con tres caídas feísimas en los momentos más dolorosos para él, cuando se jugaban puestos importantes en pruebas como Tirreno, Itzulia y Dauphiné.
Enric salió antes del tiempo del Tour, con la cercanía de la Vuelta y la presión del equipo por lograr puntos para salvar el descenso.
En la Vuelta encajó los golpes de Evenepoel en la primera semana y acabó francamente bien, no acabó de intentarlo, al menos eso me parece, a fondo contra el ganador, pero se ganó otra plaza de plata que en puntos fue muy importante para Movistar.
Luego ha venido este fin de fiesta, junto a Alejandro Valverde, por Italia.
Todo lo que he despotricado sobre Enric es un camino que deshago para decir «mis dieses», por fin ha sido el ciclista que tiene que ser, el que quiere la gente y admita el aficionado: valiente, confiado y proactivo.
Luego saldrá o no, pero ha estado ahí y no con un cualquiera delante, que hay que tenerlos gordos para atacar a Pogacar.
Lo que son las cosas, el año que peor pintaba para él, acaba en lo alto, muy en lo alto, ahora sólo esperar que este buen momento no haya tocado tope, Enric Mas tiene que aferrarse a Emilia y Lombardía para creer que lo mejores no están tan lejos y que si lo intenta de verdad, nadie le va a reprochar nunca nada aunque no acabe ganando.
Imagen: FB Movistar Team – Sprint Cycling
Ciclistas
Tour: Enric Mas y Movistar le han sabido dar la vuelta
El balance final del Tour para Enric Mas se salvó cuando cambió el chip
Leo alguna crónica sobre un nuevo Movistar, e incluso Enric Mas tras estas tres semanas de Tour de Francia.
Que el cambio se prolongue o no en el futuro, lo veremos, lo que sí creo, es que se ha demostrado como necesario e imprescindible.
Movistar hace diez años era uno de los mejores equipos del mundo, lo fue de la UCI varios años, con las victorias y los podios de Nairo en las grandes, más éxitos de Alejandro Valverde.
Una historia, la de la década pasada, que vivió el enconado duelo Movistar- Team Sky especialmente en el Tour.
Los síntomas de agotamiento del modelo de Unzué llegaron a partir de 2019, con la excepción el triunfo de Carapaz en el Giro, y se acentuaron con la pandemia.
Desde entonces los telefónicos sólo han sabido correr para generales, planteando Vuelta y Tour, principalmente, como si Enric Mas fuera uno de los grandes favoritos.
El tiempo ha dicho que no, que el balear no está a la altura de quienes dominan hoy las grandes vueltas y que incluso tiene problemas para disputar las plazas que siguen a las del podio.
No es una crítica, es una constatación, desde que Enric fuera quinto en el Tour 2020 no ha vuelto a estar a ese nivel y en la Vuelta sus tres segundas plazas no han podido ser mejoradas.
Con este panorama, Movistar ya planteó, de inicio, cambios en el guión, con un equipo de «jugones» en el que se ha dado una imagen muy mejorada respecto a otras ediciones.
No se ha logrado la victoria, pero se ha porfiado por ella y no lejos de lograrla.
Fernando Gaviria, el mejor Gaviria en mucho tiempo, debería haber tenido ayuda en alguna de las llegadas, desconozco el motivo, pero quizá ni en su equipo imaginaban que iba a caminar tanto desde el inicio.
Oier Lazkano y Alex Aranburu lo intentaron pero no tuvieron ni el olfato y a veces la picardía, como admitió el propio Lazkano, de estar en el corte bueno.
Nelson Oliveira es un ejemplo en toda la amplitud de la palabra, Gregor Mühlberger fue el «comodín» del público y Javier Romo ha demostrado que tiene motor para seguir creciendo.
Tiene sólo 25 años.
Por cierto, irreconocible, Davide Formolo, quien sabemos que corrió por estar en la startlist.
Luego está Enric Mas quien, a diferencia de otras veces, ha sabido darle la vuelta al Tour, vengar el mal momento y acabar con un buen sabor de boca.
Si hace diez días nos dicen que Enric Mas acabaría contento el Tour no daríamos crédito, pero bien, bien de verdad, con ambición y siendo valiente, hasta la penúltima etapa.
La desgracia de Enrc Mas en la tercera semana del Tour es que los grandes nombres de la general no perdonan una, es como si la inercia asesina de la carrera segara cualquier opción de todo aquel que no esté en el top 3, dando siempre con el mismo resultado, los fugados siempre son cazados, antes o después, pero cazados.
Sin embargo, la imagen es otra, la actitud va en el pack, Enric Mas le ha sabido encontrar motivación a la recta final del Tour y con esa inercia quiere aterrizar en su carrera, la Vuelta.
Ojalá dure.
Imagen: A.S.O./Billy Ceusters
Enric Mas
Enric Mas: actitud ideal, objetivos erróneos
Enric Mas sigue insistiendo en objetivos casi irrealizables
Debutó Enric Mas en la Tirreno-Adriático, aunque con poca o nula presencia, nada que ver con el puesto que acabó ocupando al final, cerca del top 10.
Al igual que nosotros hace un año en el podcast, los amigos de A Cola de Pelotón pillaron al ciclista en Italia.
Al igual que entonces, Enric Mas dejó titulares…
Mirad, mirad.
"Ciclistas como Pogacar no me intimidan para nada" Enric Mashttps://t.co/Dxarmf1ImP#PodcastJS pic.twitter.com/KohCaOQjMi
— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) April 18, 2023
🗣️ 𝙀𝙣𝙧𝙞𝙘 𝙈𝙖𝙨 en @ACDPeloton desde @TirrenAdriatico:
🏆 "Esperemos que llegue la victoria esta semana"
🫡 "A las carreras ya no se puede ir a entrenar, se va a ganar"⭐️Los objetivos: "Ir a ganar el #TDF2024 y #LaVuelta24"
🎙️ Completa en: https://t.co/jON6ECVfCW pic.twitter.com/zOSHfA5FVJ
— A la Cola del Pelotón (@ACDPeloton) March 7, 2024
Y no es sencillo, pues el mallorquín no es la alegría en las entrevistas, sus respuestas no son largas, se resuelven en pocas palabras, eso cuando no es una afirmación o negativa..
Si el año pasado, me sorprendió diciéndome que Pogacar no le causaba ningún complejo, cosa que me gustó escuchar, esta vez Enric ha fijado en Tour, Vuelta y poco el Mundial, sus objetivos para 2024.
Es loable, está bien que lo piense y lo verbalice en un podcast muy escuchado, la actitud es la correcta, no es un ciclista muy bien pagado para admitir que va con los brazos caídos, pero sinceramente no me parecen realistas sus predicciones.
Enric Mas ya no lleva poco tiempo en esto.
Cuando pisó el primer podio de la Vuelta, cuando acabó quinto en un Tour… entonces podría entender que ese objetivo, tan respetable como otra cosa, tenía razón de ser, pero ahora, insistir en el mismo plan me parece erróneo.
No es tanto que Enric Mas quiera brillar en las dos grandes que cada año compite, es que dice que va a ir a ganarlas, con todo lo que ello implica de pérdida de presencia y brillo en la carrera para él.
Afinar un puesto cerca del podio es, a día de hoy, renunciar a otras muchas cosas que seguro le harían muy bien, algunas como esas escapadas que plasmaba cuando Quick Step, o replantear objetivos en otras carreras quizá no tan caras.
En el Tour, ya sabemos quiénes van a ser de la partida y en la Vuelta nunca hay mala participación, al punto que alguno de los más grandes siempre merodea la salida.
De esta manera que Enric persista en el mismo plan le va a hacer más daño que otra cosa, para que él esté en el podio del Tour deben fallar unos cuantos antes, y la alineación de los astros no es sencilla de conseguir.
El problema es que luego vendrán los cabreos de la gente, las faltas de respeto y la no admisión de que en el fondo hablamos de un ciclista excepcional que nunca va a sacar todo su potencial si sigue escogiendo el camino más improbable, más cuando la experiencia le dice que no tiene recorrido por ahí.
Enric Mas
Keys2024 Enric Mas, susto o muerte
A puertas de los 30, Enric Mas necesita un cambio que no sé si querrá hacer
Seis triunfos, seis, desde su salto a pros, con 29 años recién cumplidos, de esos éxitos Enric Mas sólo dos los ha logrado en Movistar.
Los anteriores fueron todos en el Quick Step: ganador de una etapa de la Itzulia, aquella en Arrate, en solitario, más la de Andorra en la primera Vuelta que acaba en el podio, y los éxitos en Guantxi.
Allí cerró el capítulo con el equipo de Lefevere y empezó el ciclo Movistar, donde, con cuatro temporadas enteras, suma dos podios en la Vuelta, una quinta plaza en el Tour y un par de triunfos, especialmente brillante ese Giro de Emilia.
¿Qué quiere ahora Enric Mas?
El cuerpo nos pide un cambio, apertura de miras, pensar en el triunfo parcial, en alguna clásica tipo Lombardía, cuyo podio ya conoce.
Si entrara en esa cábala cabrían etapas en las grandes vueltas, carreras de una semana y esas cosas que también y dejan buen sabor de boca en el aficionado.
Ese plan, que parece viable a su calidad, no se ha contemplado hasta la fecha.
¿Susto o muerte? Enric Mas necesita una catarsis en su carrera deportiva, un golpe de timón que le lleve a derroteros acordes a las capacidades que año tras año demuestra.
Un podio en el Tour sería factible en caso se alineasen muchos factores, tantos que jugarlo a ello necesita de mucho optimismo.
Para optar al podio, debe sacrificar todo brillo, agachar la cabeza y aguantar
Corre entre gigantes, entre los mejores en mucho tiempo en este negocio.
Por eso ser coherente con el contexto y lo que ha mostrado hasta fecha necesita ese cambio y no correr como si saliera con el podio como objetivo realista.
La temporada es larga y ahora en el equipo le ha surgido un ciclista que va a acaparar focos durante la campaña, como es Nairo, Enric. en teoría, ya no tendrá tanta presión, en un grupo además muy reforzado y que ya cuenta victorias, como la de Pelayo en Mallorca.
Pero que la campaña sea larga implica que al mallorquín le pueden hacer tilín otros objetivos, ojalá sea así, y ojalá se quite ese corsé, que no es sencillo, pero no desistimos ante la posibilidad de que un día cambie el paso.
Enric Mas
Enric Mas en 2023, un día de la marmota
Las caídas marcaron el 2023 de Enric Mas, pero también la poca cintura en el calendario
Este 2023 de Enric Mas creo haberlo visto ya.
Nacido en enero, Enric Mas fue de los mayores de su clase y eso significa que competirá el año que viene con ya 29 años, quedando cada vez más lejos ese ciclista que vestía el maillot blanco de la Vuelta y el Tour de Francia.
Camino de los treintena, los libros del ciclismo clásico dirían que tendría que estar dando lo mejor de sí.
Son los mismos libros que manejan en su entorno y eso que Enric destacó desde jovencito, como si tocara techo muy pronto.
Y tengo esa sensación, de que ha tocado techo, tras un 2023 en el que hemos visto más de lo mismo en Enric Mas, pero incluso con peores resultados.
Cierto es que la caída del Tour lo condicionó todo, pero no sé hasta qué punto podemos pensar que tanta caída en fruto de la mala suerte.
Si en 2022, Enric Mas encadenó varios trompazos hasta rehacerse en la Vuelta, siendo segundo, en 2023 la caída del primer día del Tour de Francia fue el centro de su temporada, todo lo bueno y lo malo que podía pasarle acabó ahí.
Es justo reconocer ese instante como clave en su campaña, pero sería incompleta la foto si pensáramos que todo se resume ahí.
A veces ya no es sólo el infortunio de tener una caída, un mal paso y una lesión, es también la actitud, la planificación y el calendario, y en el caso de Enric nada cambia y por tanto todo sigue igual.
Prosiguió con su plan de centrarlo todo al Tour y la Vuelta, donde ya sabe que, si todo sigue su lógica, se va a encontrar con ciclistas que, simplemente, son mejores que él.
No pasa nada, en la vida siempre hay alguien mejor que tú y Enric sobre la bicicleta tiene rivales que no alcanza, ni siquiera cuando mejor se le ve, como en Andalucía con Pogacar o en Tirreno con Roglic.
Su carrera deportiva es una especie de quiero y no puedo, seguro que se prepara bien, que lo vive y se lo toma en serio, pero el tiro no le da.
Salió del Tour rápido y llegó a la Vuelta corto de forma por la caída de julio, al menos eso dejó caer alguna vez, pero en ningún momento cambió el plan, siguió a por la general cuando se veía que los Jumbo volaban.
Numéricamente, es un año decepcionante para Enric Mas, si en 2022 lo dejó en hype, este 2023 es un paso atrás en toda regla que, a esta altura de su carrera deportiva, debería servirle para pensar en cambiar cosas.
Sigo diciendo, como otras muchas veces, me gustaría verle triunfar, estar donde le imaginamos cuando corría en Quick Step, algo más arriba, no mucho más, pero insiste en el mismo plan, en la misma forma de hacer, y si ni siquiera así el cambio se impone, poco margen va a tener.
Imagen: UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING AGENCY
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