Ciclistas
El nuevo padawan de Lefevere
La velocidad es el ciclismo algo delicado. Estos días hay corrimientos, cambio de poderes, movimientos de superficie. El baile empieza por Mark Cavendish que deja el Etixx por el Dimension Data sudafricano. Tres años ha estado coco de la velocidad en el equipo de Patrick Lefevere y este periodo ha sido perfecto para demostrar que el inglés ha traspasado el Rubicon, posiblemente no volverá a ser el de antes, aquel amasador de etapas y triunfos, algunos insolentes como para remover estómagos, pero triunfos en definitiva, estadísticas que son y serán únicas.
Para el hueco de Cavendish suena su heredero natural, el alemán de rubio y cuidado pelazo Marcel Kittel. Un veloz y fornido velocista que además tuvo grandes dotes en la lucha contra el reloj. Un ciclista que en 2015 ha estado tocado por los problemas de salud, presenciando desde lo lejos la buena racha de su compatriota André Greipel en el Tour.
No obstante, la operación no está aún hecha. Si Lefevere tiene a Lidl en el saco de los patrocinios, no así aún a Kittel. Las reglas mercantiles del ciclismo no son tan solícitas como las del fútbol, bien lo dice Jorge Quintana, pero el dinero no parece ser problema cuando Lefevere media en la negociación.
Patrick Lefevere no es un tipo cualquiera en el ciclismo actual, ni en el de hace veinte años. Sus quehaceres son arquetípicos en este deporte. Comparte rasgos con otro de los grandes directores de la historia, Cyrile Guimard. Ambos empezaron en el negocio pronto. Lefevere a los 24 años cuando era un ciclista en plena proyección con triunfos interesantes en su ultima campaña, una etapa de la Vuelta y la Kuurne, entre otros.
Pero Lefevere no quería ser segundón, ni siquiera la sombra de las no pocas estrelas que convivían con él. Merckx, De Vlaeminck, Van Impe,… mucha leña, mucho gallo para tan poco corral. Mejor ver la “corrida” desde el burladero, desde el coche. Y así se embarcó en proyectos y así vio como desde que empezó a trabajar mano a mano con Walter Godefroot y dirigir al propio De Vlaemink, fue creciendo poco a poco, con una ingente cantidad de estrellas, de padawan pasando por sus manos.
Lefevere convenció a Johan Museeuw para que preparara las llegadas a Mario Cipollini. Dirigió la orquesta del Mapei, a veces con riesgo de morir de éxito, como la vez que tuvo que dictar desde el coche y con tino el podio de la Roubaix de 1996. Si el patron Squinzi le dijo que llegaran Tafi, Museeuw y Bortolami al velódromo de Roubaix, Lefevere decidió el orden de llegada sin importarle los ruegos de Tafi, que tenía a su pareja a punto de dar a luz…
Con los años redimió a Richard Virenque, que se declaró limpio de todo lo que pasó en el Festina y con los años reunió otro equipo de grandísimos clasicómanos que suma y suman triunfos entre Flandes y Roubaix con Devolder, Boonen, Terpstra… sin embargo en su debe nunca tuvo a los dos mejores valones, o al menos no en la medida que siempre quiso porque Frank Vandendroucke estuvo con él hasta desembarcar en Cofidis, su mejor comento. Philippe Gilbert ni siquiera pasó por sus huestes porque siempre hubo cosas que el poder infinito de Lefevere no pudo garantizar, ni una gran vuelta ni una primavera digna en este 2015 que se apaga.
INFO
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Ciclistas
Top 24 Marc Hirschi en modo cazador
Para mí, Hirschi es uno de los grandes motores del pelotón
Una de las grandes noticias de finales de 2024 es el paso de Marc Hirschi del UAE al Tudor. No porque tenga algo en contra del equipo, que no es el caso, sino porque verle diluido entre tanto talento en esa estructura durante cuatro años ha sido un pecado.
Ver al Hirschi de 2020, ahora en Tudor, es una de las grandes expectativas para el próximo año.
Porque la temporada que acaba de terminar ha sido un recital de ciclismo, con capítulos que han encadenado un mes de agosto y parte de septiembre prodigiosos.
Hirschi ha sido un «anotador», un «killer» que ha sido capaz de rivalizar durante varias semanas con el gran capo de su equipo y con los mejores del ciclismo mundial.
La forma en que ha sentenciado carreras como la Klasikoa y la preciosa Plouay definen a un ciclista que necesita libertad para ser uno de los grandes espectáculos del pelotón.
Fue el cuarto mejor ciclista del año en la clasificación por puntos, siendo el dominador del calendario «B», por llamarlo de alguna manera.
Hirschi se llevó la Plouay y la San Sebastián, pero también la Faun Drôme Classic, el Gran Premio de Industria y Artesanato, la Coppa Sabatini, el Memorial Marco Pantani y la Coppa Agostoni, sin olvidar la general del Tour de Chequia.
No son las carreras más glamorosas, algunas de ellas, pero sumadas indican un palmarés brutal, conseguido en escenarios muy competidos y cambiantes, por la cantidad de nombres que entran y salen de estas pruebas.
En esos escenarios, en la incertidumbre, Hirschi se maneja como nadie. Y en Tudor se va a encontrar con varios ciclistas de su estilo.
Ciclistas
Así es el nuevo Cafe Castelli en Vigo
Castelli Cafe nace con el objetivo de aportar valor a la comunidad ciclista
Castelli Cafe X LaFuga Cycling ya es una realidad. Desde hace unos días, la ciudad de Vigo cuenta con un nuevo espacio de referencia para toda la comunidad ciclista de la zona. De la colaboración entre Castelli, a través de su distribuidora en España, Portugal y Andorra, CDC Sport, y LaFuga, empresa que cuenta con una consolidad de red de tiendas repartidas por todo el territorio gallego, surge este nuevo Castelli Cafe.
Castelli Cafe x LaFuga Cycling es un proyecto que nace con el objetivo de inspirar y aportar valor a la comunidad ciclista de la zona, además de ser un generador de experiencias y punto de encuentro para todos los amantes del ciclismo en Galicia y alrededores.
La puesta de largo tuvo lugar los días 22 y 23 de noviembre, con la inauguración oficial y la posterior celebración de eventos y salidas sociales que contaron con la presencia del campeón olímpico Samuel Sánchez y de Pablo Rodríguez, corredor profesional del equipo de cross marathon BUFF Megamo.
Todos los que visiten el Castelli Cafe X LaFuga Cycling, situado en el número 6 de la Rúa de Venezuela, en Vigo (Pontevedra), encontrarán un espacio en el que tomar café de especialidad antes o después de sus salidas ciclistas o en el que inspirarse descubriendo maillots firmados por Remco Evenepoel o Tadej Pogacar. Además, podrán encontrar la colección otoño/invierno 24/25 de Castelli, que incluye prendas como la Gabba R o los productos de protección que incorporan la nueva tecnología Ristretto desarrollada por la propia marca, así como colecciones especiales y accesorios.
Si quieres saber más sobre el espacio no te pierdas este episodio de ‘El Ciclismo que suena’, grabado en directo desde el nuevo Castelli Café con Pablo Rodríguez como protagonista:
Primoz Roglic
Top 24 Primož Roglič siempre está
Primož Roglič es el maestro de la regularidad en el ciclismo moderno
En los últimos seis o siete años del ciclismo, hay algo que se mantiene constante: siempre hay un ciclista que destaca por su regularidad, entrega y carácter. En este caso, hablamos de Primož Roglič, el esloveno que, aunque no sea tan mediático como el joven compatriota que domina el mundo, nunca decepciona.
Este año ha sido quizá uno de los más discretos en cuanto a reconocimiento público, ya que el protagonismo ha estado en manos de otros. Sin embargo, Roglič ha vuelto a firmar otra temporada con el sello de la casa: lograr grandes resultados con una aparente facilidad que solo él sabe transmitir.
Resultados que parecen poco, pero son brutales
A simple vista, sus números podrían no parecer espectaculares, pues siguen el patrón clásico del ciclismo: una gran vuelta y una vuelta por etapas ha sumado otro Dauphiné a su palmarés, todo en un contexto de feroz competencia, donde jóvenes talentos emergen con fuerza.
La efectividad de Roglič es indiscutible.
Está en esa etapa de su carrera en la que muchos empiezan a dar un paso atrás, pero él sigue manteniéndose en la élite, fiel a su estilo, logrando una regularidad que no es nada fácil, ni siquiera para un ciclista de su calibre.
Roglič parece, en ocasiones, que no realiza el esfuerzo que uno esperaría verle, pero ahí está: constante y efectivo.
La temporada 2024: El año de Primož Roglič
En 2024, Roglič volvió a demostrar su grandeza.
Ganó otra vuelta de una semana y está a solo una victoria en el Tour de Suiza para completar el póker de vueltas menores del máximo circuito.
Luego llegó al Tour de Francia, donde la mala suerte, como ya es habitual en su carrera, no faltó: caídas, percances y pérdidas de tiempo que terminaron por desanimarlo en la que es la mejor carrera del mundo.
Sin embargo, Roglič encontró consuelo en su escenario favorito: la Vuelta a España, donde se coronó por cuarta vez consecutiva.
Como dijo Javier Guillén, director de la carrera: «El esloveno es el mejor ciclista de la historia de La Vuelta.»
Y no es difícil estar de acuerdo. No solo por sus resultados, que son impresionantes, sino también por la conexión que ha desarrollado con la competición española. Roglič ha encontrado en La Vuelta el hábitat perfecto, un entorno donde se mueve con naturalidad, como si hubiera nacido en el corazón de España.
Domina los tiempos y sabe marcar diferencias cuando es necesario.
Momentos decisivos y dominio estratégico
Este año no estuvo exento de momentos complicados, como la fuga de Ben O’Connor, que puso en peligro su liderato. Pero Roglič, fiel a su estilo, apareció en el momento justo. Cuando tuvo que responder, lo hizo, y cuando llegó el momento de marcar diferencias, montó un tren infernal en la etapa de Moncalvillo, sentenciando la carrera con un golpe maestro tras días de recortar segundos al líder australiano.
Esa es, precisamente, la gran virtud de Primož Roglič: sin necesidad de mostrar siempre su mejor versión, es capaz de resolver carreras de tres semanas con una maestría reservada solo para los grandes ciclistas.
Un legado digno de estudio
Con cinco grandes vueltas en su palmarés, prácticamente todas las vueltas de una semana del mejor calendario mundial, un oro olímpico, y un impresionante bagaje de victorias, Roglič se ha ganado un lugar en la galería de ciclistas de culto.
Muchos predicen que, tarde o temprano, tendrá que ceder ante la nueva generación de talentos.
Pero ese momento aún no ha llegado. Roglič sigue activo, competitivo, y dispuesto a sumar nuevas victorias, cicatrices y marcas a su cuerpo, maltrecho tras tantas caídas, pero aún lleno de ambición.
Imagen: A.S.O.
Ciclistas
Moments 24 El día que Ben O´Connor hizo click
La etapa de Ben O´Connor en Yunquera fue la clave de la brillantez de la Vuelta
Una suerte de fuga bidón de los noventa en el ciclismo actual, sucedió en la Vuelta Ciclista a España con Ben O´Connor.
El día después de acabar la carrera le preguntamos a Javi Guillén por la clave de la buena carrera que vimos y no dudó en señalar la etapa de Yunquera y el triunfo de Ben O´Connor.
Hay veces en la carrera, que un deportista puede hacer click en su mente y elevarse hasta donde nunca imaginó llegar.
A ver, a Ben Connor se le conocían muchas habilidades, no era desde luego un incógnito en el pelotón, de hecho venía de hacer cuarto en el Giro y en el Tour de Francia de hace tres años había marcado un top 5 más etapa en Tignes.
Un trecho que aunque parezca fácil es una distancia insalvable que algunos campeones tipo Alberto Contador describen como muy difícil de superar.
El australiano lo logró, e hizo igual que otros grandes campeones que se ganaron nuestro corazón compitiendo con todo lo que tenían y ante ciclistas enormes, tras estrujar esa oportunidad que a veces el ciclismo da de forma aleatoria, pero siemprea quien arriesga y hace una apuesta fuerte.
Sin duda que pensamos en la fuga bidón de antaño, una de esas que cambia totalmente el guion de grandes carreras.
Eso sucedió en esta Vuelta a España, cuando el australiano tomó tanta ventaja en etapa andaluza, y obligó a la reacción del resto favoritos, esos que se quedaron quietos, esperando a ver quién tiraba por él camino de Yunquera.
Lo que vino después fue una encomiable defensa de un maillot rojo que día a día iba viendo minada su ventaja hasta el final.
Sólo Roglic pudo remontarle, llevándose una segunda plaza muy valiosa para seguir con un fin de temporada excepcional.
Pero seríamos injustos si ahora mismo ponemos el foco en toda la Vuelta, cuando esa tarde de agosto tan calurosa tuvimos la ocasión de disfrutar de forma completamente inesperada de una de esas escapadas que pasan a la historia.
Hacer lo que hizo el ciclista del Decathlon aquel día está el alcance muy pocos: hay que tener motor y motivación.
Primero cazar y meterse en un grupo de muchísima calidad y luego ir despegándose de uno a uno y llegar a meta con una renta lo suficientemente amplia, como para hacer dudar al resto de los favoritos de si iban a ser capaces de remontarle.
El ciclismo es para valientes, no solo para ciclistas que juegan con la estrategia, la calculadora y el tacticismo
Ben O´Connor nos demostró que hay hueco entre las grandes estructuras, sólo que hay que intentarlo.
Cambió, como decíamos al principio, completamente el guion de una gran vuelta, consiguiendo poner en jaque a los grandes nombres y obligarles a moverse de lejos, como no lo hubiesen hecho en circunstancias normales.
E hizo de una carrera que deportivamente no presentaba la mejor nómina, una de las mejores competiciones de la temporada.
Imagen: Unipublic / Cxcling
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