Ciclistas
El arco iris sale por Sagan
Horas después de ganar el mundial, nada menos que el mundial, la cuenta de twitter del Tinkoff-Saxo lanzaba una pregunta: «¿Es Peter Sagan el embajador que el ciclismo necesita?«. En su diatriba de Ciclo21, Nico Van Looy también habla en términos similares. No son los únicos que opinan así, de hecho estas opiniones están en línea de lo que siempre aquí hemos defendido.
Con Fabian Cancellara en lento declive, un Tom Boonen lagunar, Paolo Bettini retirado hace tiempo, el trío español -Purito,Contador & Valverde- muy al margen de todo y protagonistas difusos, creo que el eslovaco siempre tuvo los elementos para ser el faro de un colectivo que otrora tuvo muy claros sus jefes y de quien tirar en el momento de buscar un interlocutor.
Como digo Peter Sagan creo que hace un tiempo que se postula a ese rol, quizá de forma inconsciente, pero paulatinamente e inapelable. Su eclosión hace tantos años fue el primer paso, luego vinieron sus celebraciones, extravagancias y cositas que lo diferenciaban, como firmarle en el escote a una azafata del Tour o sacar el peor genio de Cancellara con su forma de jalear sus triunfos.
Todo además argamasado por un dominio total de la bicicleta, una técnica como las que no se encuentran en el pelotón, siendo un excelente ciclista de carretera, pero también piloto de BMX y biker. Un ciclista total que Cannondale lo tuvo como santo y seña hasta que llegó el millonario ruso para llevárselo a su caverna con la marca rival por bandera.
Desconozco si Sagan tiene la verborrea necesaria para domar la suerte para la que, como digo, sin querer se ha postulado. Si a sus actos nos referimos vemos un corredor que es ambición pura, y a veces ciega y torpe en la carretera, y contención fuera de ella.
No se le conocen malos gestos con el público, atrae a críos a su causa, firmándoles lo que le pidan. Hizo aquella niñatada con la azafata de Flandes, pero pidió perdón con una rapidez inusual en este mundo de velocidad de vértigo. Cuando el atropello de una motocicleta le dejó fuera de la Vuelta con unas quemazones que dolían a la vista, la emprendió a gritos y furia, pero se fue, firmó un tweet de que las cosas cabría hacerlas diferentes y volvió a aparecer en Richmond. No más ruido.
El baile de plañideras que otros habrían montado no iba con él. Se rehizo y ganó el Mundial. Y es más, con éste triunfo caliente sobre la mesa, trascendió al ciclismo, sí, dedicando unas palabras al drama de los refugiados en los países del este de Europa, en cuya órbita está el suyo.
Una estrella del ciclismo, una persona que vive totalmente al margen del mundanal ruido, de lo que preocupa al ciudadano medio, haciendo declaraciones de esta índole, yo nos las recuerdo a no ser que tu país haya sido golpeado por el terrorismo. Sinceramente, tenemos campeón, en todos los sentidos, esperemos no equivocarnos.
INFO
CRUZBER SA presentó su nuevo portabicicletas en Unibike
CRUZBER SA ha estado presente en Unibike 2015, donde expuso su actual gama de productos Cruz y las novedades para 2016.
La empresa cordobesa es uno de los fabricantes más importantes de sistemas de transporte en el mercado europeo y líder en el mercado nacional. Desde sus inicios en 1.963 ha estado muy vinculada al sector de la automoción, siendo este su principal canal de distribución.
En su plan estratégico para los próximos años está previsto el lanzamiento de toda una renovada y completa gama de accesorios de transporte para bicicletas, de ahí su decisión de estar presentes por primera vez en la feria referente del canal de bicicleta en España.
Los lanzamientos están planificados de forma escalonada entre 2016 y 2018 y en Unibike pudimos ver como adelanto el nuevo portabicicletas de techo Cruz Alu-Bike 2016 que estará disponible en España en marzo de 2016 y tendrá un precio estimado de PVPR. 50 € IVA incl. Se trata de una actualización completa del sistema de fijación al cuadro de la bicicleta, con nuevos brazos reforzados y curvados que facilitan el montaje y manipulación de la bicicleta y un nuevo sistema de fijación similar a los cierres rápidos que encontramos en las ruedas de las bicicletas, con gomas suaves para la protección del cuadro y antirrobo incluido.
En el stand de Cruz también pudimos ver su actual gama de portabicicletas y barras portaequipajes. Entre los portabicicletas destacaron sus modelos para bola de remolque Cruz Stema para dos bicis – PVPR. 210 € IVA incl. – y Cruz Cyclone para dos bicis –PVPR. 249 € IVA incl. (299 € en su versión para 3 bicis) – En lo referente a barras portantes destaca su modelo de barras aerodinámicas de aluminio Cruz Airo – PVPR desde 119,95 € IVA incl. -, con mejor coeficiente aerodinámico, reduciendo la resistencia al viento y el consumo de combustible.
Toda la info en www.cruzber.com
Ciclistas
Mundial: El éxito de Pogacar pasa por la selección eslovena
Si Eslovenia se aproxima a UAE, Pogacar tendría mucho ganado en el Mundial
Pogacar de verde Eslovenia, esa es la imagen que todos queremos ver en el próximo mundial.
Delante o detrás, es indiferente, pero seguro que le veremos, seguro que tendrá tiro de cámara para él.
Es la estrella rutilante de este deporte, su embajador máximo, el foco de miradas y apuestas y tras lo de Montreal favorito top, al punto que sólo Remco Evenepoel puede mirarle en la mesa de igual a igual si la carrera se decide entre los más fuertes.
Pero sabéis que esta carrera, la más bonita del año, no es matemática y que, si bien nunca la gana un don nadie, siempre puede dar pie a sorpresas.
Por eso Pogacar va a depender mucho de la selección que presenta Eslovenia en el Mundial de Zúrich.
Sobre el papel no es un equipo grande, pero tiene una calidad infinita como para controlar y llevar la carrera a donde su líder necesita.
A día de hoy el equipo titular de Eslovenia para el Mundial está formado por Tadej Pogacar, Primoz Roglic -que dobla crono.y fondo- Matej Mohoric -quien este finde vemos en las UCI Gravel Series de Girona-, Domen Noval, Jan Tranik, Luca Mezgec y Matevz Govekar.
Nombres y hombres en esa selección y una estrategia que yo veo relativamente sencilla, si hay sintonía en las partes.
Sin entrar al trapo de lejos, lo suyo sería dejar hacer y a cierta distancia de meta empezar a poner el trantrán al que UAE se ha acostumbrado para que Pogacar remate en los tramos finales, preferiblemente a dos o más vueltas de meta, por si quedan flecos por solventar en el camino.
Novak y Tratnik en forma se basan y sobran para esa labor, eso sí Mohoric o Roglic no han cazado un corte bueno que deje sin obligaciones a los eslovenos y las cargue sobre terceros.
Eslovenia tiene una oportunidad histórica de tener su primer campeón del mundo, una opción que les va a exigir lo mejor de sí, en todos los aspectos además.
La relación entre las estrellas eslovenas parece cordial, desde fuera, pero los egos tienen que pesar cuando en el horizonte sale el arcoíris.
Lo que está claro es que para que Pogacar cumpla su favoritismo necesita de los compañeros más que otros de él, eso si no se lía la manta a la cabeza y convierte la carrera en un infierno a 100 de meta, como haría el mismísimo Mathieu Van der Poel.
Primoz Roglic
Roglic y lo de los ciclistas de otra pasta
Las veces que se ha caído y levantado Roglic supera la media
Recuerdo cuando Tom Dumoulin fichó por el Jumbo-Visma, justo la temporada de la pandemia, y había cierto debate sobre quién debía liderar el equipo o el neerlandés o Primoz Roglic.
El Tour 2020 lo puso sencillo, pues el esloveno se situó de líder desde bien al inicio para perderlo muy cerquita de llegar a París.
La famosa tarde de La Planche des Belles Filles.
Poco después de todo aquello, cuando surgieron las dudas en la continuidad de Tom Dumoulin, llegando a marcar un periodo sin competir, el ya excilcista le dedicó unas palabras muy cariñosas a su compi, algo así como que en los momentos bajos, Roglic era un compañero perfecto, que te ayudaba a mirar adelante, sin paños calientes, ni juzgarte.
Aplicaba y aplica Roglic para los demás la misma medicina que para él mismo, tras cada caída hay que mirar adelante, limpiarse el polvo, comprobar que las heridas tienen solución y seguir pedaleando.
Desde el varapalo aquel de La Planche, Roglic ha sido un ejemplo anual, y a veces más de una vez por año, de ciclista que sabe levantarse de los golpes y salir adelante.
Su relación con el Tour de Francia es el mejor espejo de esta realidad, una tras otra, sus participaciones han sido literalmente negadas en gran parte por la mala suerte
En 2020 no, por eso, en esa edición perdió por, como nos dijo una vez Sepp Kuss, subestimar a Pogacar.
Ello no le quitó de ganar la Lieja a los pocos días y reconquistar la Vuelta de otoño.
En 2021, Roglic dejó el Tour casi de inicio, por una caída fruto de aquella subnormal del cartelito a los yayos, y de nuevo ganador de la Vuelta.
Hace dos años, se metió otro buen talegazo en el pavés del Tour, pero fue decisivo en desfondar a Pogacar, camino del Granon, y este año, ya como líder del Bora, acabó por abandonar tras caída y volvió a ganar la Vuelta.
Ojo a lo que dijo Roglic sobre los días posteriores a dejar el Tour
«Después de todo, sólo soy humano. Y cuando me volvió a pasar lo que me pasó, mis pensamientos fueron en la dirección de ‘qué necesito, y ya no necesito formar parte del mundo del ciclismo y sufrir todo esto’. Supe unos días después qué tipo de lesión era, que después de todo algo se había roto. En aquel momento tenía que cuidar mi salud, tenía que llegar a un estado en el que me sintiera medianamente normal«.
«Lo que siguió fue mirar hacia delante y darme cuenta de que nunca me quedo sin nuevos retos. Por supuesto que siento el dolor, no es agradable. Por otra parte, todos estos acontecimientos desagradables en mi carrera, que hubiera deseado que no me ocurrieran, me han aportado también muchas cosas positivas. El apoyo de mi familia y otros seres queridos, que siento al levantarme después de las caídas, es excepcional«.
«A pesar de este apoyo (familia y amigos), no es sencillo pedalear con dolor, pero este apoyo me facilita mucho la toma de decisiones sobre cómo proceder. Así que la decisión de volver a empezar la Vuelta después de otra caída en el Tour fue, al final, bastante fácil«.
Roglic, admitiendo abiertamente que estuvo a punto de dejar la bicicleta, que el dolor también le pasa factura a él y que esto ya no le compensaba.
Este tío, que es de la pasta más dura que conocemos en este deporte, dudando es algo que no vimos venir lo que nos recuerda que debajo esa carcasa tan bien diseñada hay un corazoncito que también sufre en la adversidad.
Esto del ciclismo muchas veces me parece un milagro.
Imagen: Unipublic
Ciclistas
Pogacar en Montreal y la imagen del año
El solo de Pogacar en Montreal refresca la superioridad desesperante del esloveno
La situación se ha vuelto icónica de una época, una foto que pasa a la historia del ciclismo, que abrirá portadas, que estará en lugares privilegiados, el solo, como les gusta decir a los anglosajones, de Tadej Pogacar, esta vez en la noche europea y mediodía del Gran Premio de Montreal.
Si el otro día, decíamos que Michael Matthews era el ciclista más importante de Québec, Pogacar se encarama a lo más alto de Montreal, igualado a Greg Van Avermaet, pero con la posibilidad de destacarse solo.
Un apunte que me gustó mirar en el PCS sobre el coco esloveno, de sus más de 80 victorias, 15 son en clásicas y de ellas las últimas 9 han sido en los dos últimos años.
Pues bien, todos estos triunfos se han logrado en solitario, sí, el solo de Pogacar que viene a casa como el turrón por Navidad y no es cualquier cosa lo que hay ahí, contar Lombardía, Flandes, Lieja, Strade, Jaén, el nacional esloveno, Flecha Valona y Amstel Gold Race.
Para más detalle, Enric Mas es el último ciclista que le ha disputado un mano a mano llegando con él en una clásica, el celebrado Giro di Lombardía de 2022.
Desde entonces, siempre solo.
Bueno solo es un decir, porque Tadej Pogacar tiene carisma y conexión, tiene eso que le hace caer bien haga lo que haga, como machacar por donde pasa, como el martillo al clavo.
La gente le quiere, es un hecho que se celebra como en comunión colectiva, éxitos que son historia del ciclismo, porque hace tiempo que corre para ello, para la historia, parar ser, si cabe, eterno.
Esa es la realidad, la suya y la de un equipo, su equipo, que está hecho por y para su gloria.
Lo de Montreal ha vuelto a ser abrumador, al punto que rompe todo pronóstico que pueda circular contra ellos.
Qué pena que por detrás, cuando Pogacar parte se inicie otra carrera, sea como si la segunda plaza fuera ya el gran objetivo de la carrera.
Pero es así, nos hemos acostumbrad a eso, al control del UAE, la violencia de la entrada en el repecho decisivo, la aceleración, el ataque del esloveno, que abre hueco y la navegación hasta meta.
¿Será así el mundial?
Espero que no, espero que el juego de un bloque diferente y de una carrera proclive a las sorpresas nos den ese punto de emoción que la temporada regular ha perdido cuando este chico toma parte de la carrera.
Imagen: FB de GP Cyclistes
Richard Carapaz
Richard Carapaz, welcome back
El año que acaba ha escrito el retorno de Richard Carapaz
Cuando Richard Carapaz recupera la sonrisa, el ciclismo sonríe.
Suena así, quizá un poco ñoño, demodé, pero es el sentimiento que transmite uno de los corredores más carismáticos del pelotón.
Para Richard Carapaz, la Vuelta recién finalizada es el regreso a una elite que no había dejado pero que le estaba dando calabazas, demasiadas, en forma de caídas, percances y alguna mala suerte.
Lo cierto es que cuando el ecuatoriano hace dos años apuraba sus últimos días en Ineos, ganando tres etapas en la Vuelta, el 2023 pintaba a temporada prometedora, entrando en un equipo, el Education First, que le podía ir como anillo al dedo.
Pero el pasado año ni fue bueno, ni hubo progreso.
Al igual que Enric Mas, Carapaz se dejaba toda la preparación en una cuneta de Euskadi, en la jornada inaugural del Tour de Francia.
Una caída que le hipotecó la ronda francesa y la temporada.
Pero este tipo es un luchador inasequible que sabe leer las verdades de la carretera como nadie y meter toda la carne en el asador si ello es necesario.
Si el plan A no sale, está el B o si procede el C.
El año de Richard Carapaz no iguala sus grandes campañas de 2019 a 2021, pero se equipara y sobretodo le devuelve a los titulares.
Ojo el botín que se llevó del podio, completando el triple-triple, pues ha ganado etapa, vestido de líder y subido al podio en las tres grandes.
El Tour de Carapaz ya fue sintomático, vistió el amarillo en la misma jornada en la que quedó eliminado de la general, pero no fue problema, se reorientó a una etapa y la montaña.
Pasado el trago de no poder defender el oro olímpico, llegó a la Vuelta, empezó con mal pie, pero echó el resto en la gran etapa de Granada para volver a la lucha por la general.
No tiene el punch de antaño, tampoco el factor sorpresa que quizá le ayudó a ganar aquel Giro, pero mantiene el espíritu y el instinto, como cuando casi hace perder la Vuelta precipitadamente a Ben O´Connor en la Herrera, tras acabar con Mikel Landa.
No hay momento en el que no pienses que la puede liar y más con ese equipo que mueve fichas con una eficacia que acorta las distancias con los más grandes.
Esperamos que el «regreso» de Richard no quede aquí, está para el mundial, rodeado de una excelente selección, incluido Narváez.
Si lograra pisar el podio mundialista, pocos se equipararían a su colección de hitos, una mezcla talento y calidad a partes iguales pero sobretodo de instinto.
Imagen:Unipublic/Cxcling/Toni Baixauli
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