Ciclistas

¿Cómo recordaremos a André Greipel?

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Los años pesan en las musculadas piernas de André Greipel

 

Apreciar a André Greipel es sencillo.

Pocos corredores han transmitido el sentido del trabajo tan bien hecho, la honestidad en todo lo que hace y un resultado excepcional como él.

Hubo días que el sol de la velocidad salía y se ponía con Alemania: Andre Greipel, Marcel Kittel y John Degenkolb lo eran todo, en un contexto nada sencillo, llegando a copar carreras y triunfos.

Geschwindigkeit es velocidad en alemán

 

Entre ellos se repartieron el cotarro en una época en la que no había pocos aspirantes.

En ese tiempo, André Greipel se hizo con uno de los palmarés más abultados del ciclismo moderno, con unas 156 victorias, entre ellas unas cuantas en las tres grandes.

Convivió con sus rivales alemanes, pero creció y trabajó para Mark Cavendish y nunca dejó de sumar, sumar y sumar.

Bola de remolque o de techo, todos los portabicicletas de Cruz 

Un tío que dicen es sencillo, cercano, afable, buen rival, y al que no le conocimos las marrullerías y eso que se la jugó con gente tipo Bouhanni, mejor no decir nada más, y el mentado Cav para quien un día pensó que ya estaba bien de  ayudarle y buscó fortuna en solitario.

Entre sus extravagancias alguna escapada en carreras tipo el Tour de Flandes, aunque su perfil cumple con el de aquellos velocistas que subir lo justo o nada.

De Greipel hemos leído un par de cosas que en su momento nos llamaron la atención.

 

Una fue que siendo uno de los velocistas más célebres del mundo podía ir tranquilo por la calle, lo que da una imagen del nivel de penetración de los ciclistas en Alemania.

La otra, y no hace tanto de esto, que se sentía un poco fuera de lugar en esta nueva hornada de sprinters.

André Greipel ganó su última etapa en una grande en el Giro 2017, una carrera en la que Fernando Gaviria se hinchó a ganar.

Ese tono de más de diez victorias anuales ya está lejos, es obvio, son 37 primaveras.

Por es nos hacemos eco este tweet…

Con el paisaje exterior, con velocistas creciendo a todo trapo, y el interno, han fichado a Bouhanni en Arkea, y no creo que el alemán le sea muy útil a Nairo, parece que André Greipel puede estar contando las horas para colgar la bicicleta.

De ser así, le recordaremos como uno de los grandes su generación, un tipo con olfato y buena puntería.

Por cierto que si un día pensasteis que André Greipel estaba cachas mirad esto… 

Es la constatación de que la velocidad en carretera es otra cosa.

PD. Entre la escritura de este artículo y su publicación sucedió esto…

Es decir, un  año mas, al menos, con el «Gorila» por las rutas, además, del World Tour, ojalá sea para volver por sus fueros, aunque sencillo, lo que es sencillo, no lo vemos.

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