Ciclistas
Alejandro Valverde apuesta por la estabilidad
El domingo, en la penumbra disimulada por unos cuantos cañones de luces, Alejandro Valverde lograba su sexto podio en la Vuelta. Ha probado todos los escalones, esta vez, como el año pasado, ha sido tercero, hace dos fue segundo, sólo superado por Alberto Contador. En 2009 ganó en la Vuelta su única grande. En El Tour la historia no le ha resultado tan propicia, tiene varios top ten, alguna jornada de liderato, etapas pero podios ninguno y no será porque no haya quemado cartuchos y salud deportiva.
Valverde es un ciclista que lo tomas o lo dejas. Quienes conocemos la entraña, sus orígenes, sabemos que estamos ante un ciclista ganador, de esos que llamamos “killer”, aunque últimamente parezca frío. Es como un Simon Gerrans, para entendernos, pero a la inversa. Mientras que el murciano mostraba voracidad y puntería en sus primeros años, el australiano se formaba para ser ahora, en el momento de dulce madurez, un ciclista temidísimo en el pelotón.
El cambio de chip de Valverde no sabemos a qué obedece. Desde hace un tiempo vende los podios como triunfos. Declaraciones adornadas de una espontánea sonrisa y afable acento que parecen quitarle hierro al cabreo que muchas veces seguro habrá sentido por dentro. Valverde ha caído en cierta autocomplacencia mientras la masa de buenos aficionados se corroe al ver tanto talento pasar de largo.
En la Vuelta, como dijimos, fue tercero pero no desdeña el discurso autocomplaciente y alejado de la crítica. Dice que son seis podios, cifra de una enorme dificultad, pero no entra en el detalle de dónde y cómo perdió la carrera. Todos sabemos el motivo, disputar un Tour es un lastre inequívoco y él es humano, pero parece darlo por bueno, como si el mismo fluir de las cosas le fuera suficiente. Puestos a ver motivos y causas podríamos decir que en 2012 Alejandro podría haber ganado perfectamente la Vuelta de no haberse soldado inútilmente a la rueda de Purito camino de Fuente De. Que en 2006 ese chubasquero en Monachil le dio la victoria en bandeja a Vinokourov o que su empanada camino de Suances, en 2008, le dejó más sencilla la victoria Contador.
Sea como fuere Valverde renueva tres años más con Movistar, el equipo que en momentos como los señalados podría haber hecho más para que su mejor ciclista de los últimos diez años tuviera un palmarés aún mayor. Con el corazón en la mano, tras ver el hartazgo de Valverde tras el Tour, las palabras de Unzue y todo junto esperaba ver al murciano con otros colores y nuevos bríos para el año que viene.
Sin embargo Valverde se lo juega a la estabilidad de un equipo, el azul, que le esperó como seguramente nadie hubiera hecho en su periodo de sanción y que le sigue ofreciendo un atractivo deportivo innegable, aunque sólo sea por la historia que arrastra Eusebio Unzue. Valverde dice sentirse como un chaval, rebosa optimismo y en ese ciclismo tan sensorial instala sus ilusiones futuras.
Esperemos no obstante que el futuro inmediato de Valverde, tras haber tropezado muchas veces con la misma piedra, no pase por Francia y julio. Toda vez que el Tour es objetivo imposible y que su equipo tiene la baza de Nairo, a Valverde se le abren las puertas, por ejemplo, del Giro, donde posiblemente encuentre un recorrido y sobre todo una participación más acordes a sus posibilidades. Tiene también la primavera, la Vuelta, su Vuelta, y otras muchas citas más, sin desdeñar esas carreras como Andalucía y Murcia que tanto le gusta ganar.
No obstante tiene un reto inmediato y mayúsculo, el Mundial, esa carrera cuyo podio conoce como los pasillos de su casa pero nunca desde el primer peldaño. Arrinconemos lo que pasó el año pasado, nos revuelve el estómago sólo pensarlo, y fijemos la vista en Ponferrada a donde acude con un equipo a su conveniencia con Purito como pieza libre. Ver a Valverde campeón del mundo compensaría todos esos malos tragos que este grande del pelotón nos ha hecho pasar.
Foto tomada de Movistar Team
INFO
Maratón de ciclismo en Eurosport con el record de la hora de Jens Voigt
Jens Voigt intentará batir el récord de la hora el próximo 18 de septiembre en el velódromo suizo de Grenchen. El campeón alemán tratará de superar la icónica marca de Ondrej Sosenka, que en 2005 consiguió recorrer un total de 49,700 km. La prueba será emitida en directo y en exclusiva en Eurosport desde las 18:30 para un total de 70 países de Europa y de la región Asia – Pacífico.
Eurosport no sólo emitirá el intento de Voigt sino que durante la jornada del jueves el canal ofrecerá 11 horas de ciclismo, de 8:45 a 20:15. El día arrancará con un programa especial centrado en la preparación del alemán y en su bicicleta y con un repaso a los récords previos.
La cobertura continuará con los mejores momentos de la pasada edición del Tour de Francia y de la Vuelta a España y el repaso que nuestro embajador de ciclismo Greg LeMond hará de ambas pruebas. Este día dedicado al ciclismo también incluirá los momentos más destacados de los Grand Prix de Quebec, Montreal y Wallonia.
La lucha de Jens Voigt contra el crono será emitida en directo desde las 18:30. Los periodistas de Eurosport desplazados al velódromo suizo realizarán entrevistas hasta el comienzo de la prueba a las 19:00 y llevarán a los telespectadores todas las reacciones justo al finalizar el evento.
Jens Voigt, Trek Factory Racing, 42, es un ciclista recordado por su habilidad a la hora de cazar escapadas y meterse en las fugas. En agosto se retiró de la competición tras tres décadas sobre la bicicleta en las que ganó etapas tanto en el Tour de Francia como en el Giro de Italia. Voigt ostenta el récord de mayor número de participaciones consecutivas en la ronda gala, con 17.
El récord de la hora es uno de los eventos más antiguos en ciclismo y su primer intento data de 1876, año en el que el récord se situó en 26,508 km. En esta prueba las diferencias obtenidas por los aspirantes suelen ser mínimas.
Antonio Alix estará al frente de los comentarios durante toda la jornada.
El día del ciclismo en Eurosport (CET time)
08:45: Reportajes acerca del intento de Voigt.
09:00: Los mejores momentos del Tour 2014.
11:00: “LeMond of Cycling”: Greg LeMond repasa el Tour de Francia.
11:15: Los mejores momentos de GP de Quebec.
11:45: Los mejores momentos del GP de Montreal.
12:15: Reportajes acerca del intento de Voigt.
12:30: Los mejores momentos de La Vuelta 2014.
14:30: “LeMond of Cycling”: Greg LeMond repasa la Vuelta.
14:45: Los mejores momentos de GP de Wallonia.
15:45: Flashes informativos en directo desde el velódromo.
16:00: Los mejores momentos de La Vuelta.
17:15: Flashes informativos en directo desde el velódromo.
17:30: Los mejores momentos del GP de Wallonia.
18:30 – 20:15: Retransmisión del intento de Voigt en directo, incluyendo entrevistas con invitados antes y después de la prueba.
Wout Van Aert
Demasiadas medallas de plata para Wout Van Aert
El Europeo le deja otra plata a Van Aert, y van trece
Sí, lo sabéis, si ahora me pidieran una mano por alguien en el pelotón la pondría por Wout Van Aert, para mí el ciclista más valioso de la actualidad, un portento omnipresente, con un bagaje que no discutiremos ahora, pero con un gran qué en esa relación especial que ha construido con la medalla de plata, hasta trece, excesivas en su balance frente al oro en un balance en el que su némesis, el amigo Mathieu le ha sabido doblegar.
Trece medallas de plata, así nos lo confirman, contando Juegos Olímpicos, Mundiales, Europeos y Campeonatos belgas que, en ciertos momentos, como en ciclocross, son como mundiales encubiertos.
Ayer cuando le vi que no llegaba a tiempo para superar a Laporte en el final, cuando la medalla de plata colgaba del cuello del Van Aert pensé en esa cifra, y con ella en la mano, me pregunto cuál fue el oro que más me dolió que perdiera el belga.
Y en esa tesitura me acuerdo de la carrera de fondo olímpica de Tokio, cuando estaba sublime de forma, recién llegado del Tour, tres etapas ganadas, cada una totalmente diferente, y vio como el hábil Carapaz le levantó el título olímpico.
Fue esa mañana de sábado, a primera hora, un esquema que se nos ha hecho favorito.
Van Aert es el más fuerte de la concurrencia, rodó como nunca y perdió como siempre, pues cada vez que comparece en este plan, sucede lo mismo, alguien es más listo, se anticipa, y luego todos le miran a él para que emprenda la caza que, lógicamente, no llega a buen puerto.
Dice Van Aert que claro que piensa en la cantidad de medallas de plata que tiene en casa, que lo tiene presente, por mucho que en carrera no le venga a la mente.
Pero le condicionan, le tienen que perturbar, a cualquier crack en lo suyo tiene que pesar verse en el día de la marmota
A mí me pasaría.
Le hemos visto a la derecha del ganador, cuando el podio ha estado bien dispuesto, en muchas ocasiones y no cuento Roubaix y Flandes, otras que son de su perfil.
El tema de disputarlo todo, de ser bueno en casi cualquier terreno es lo que tiene, un coste en plazas de honor equiparable a las que lograba, por ejemplo, Alejandro Valverde.
Por eso molesta, por eso sabe mal, ver tanto talento vestido en plata, cuando debería tocar el dorado.
Ojalá Wout le dé la vuelta a la situación, que aprenda de los Carapaz en su día, o Laporte ayer mismo, ciclistas que no le son superiores, pero que son hábiles, se mueven bien y tienen instinto.
Imagen: FB UEC
Ciclistas
Juan Ayuso necesita un año entero y limpio
No pisar el podio de la Vuelta no es una mala noticia para Juan Ayuso
Volver al podio de Madrid para recoger el maillot blanco de mejor joven era un objetivo que Juan Ayuso veía más o menos factible.
De hecho creo que, salvo Remco Evenepoel, era el gran favorito a vestir una prenda que en el ciclismo actual no tiene el valor de hace no tanto tiempo, cuando los jóvenes llevaban una programación más calmada y su progresión se fijaba más a largo plazo.
Si los cambios que ha vivido el ciclismo se podrían resumir en esa prenda y su valor.
Para Juan Ayuso el objetivo era volver al podio de Madrid, un año después de estar en él, tras debutar en una gran vuelta.
Conociendo su ambición y sabedor de lo claras que tiene las cosas, me cuesta creer que el ciclista esté contento con esa cuarta plaza, más cuando tampoco estuvo nunca en disposición de ganar una etapa, otro objetivo que se marcó a fuego.
Lo dijo varias veces, incluso dando a entender que podía sacrificar la plaza en la general por levantar los brazos en meta.
No le fue posible…
Y es aquí donde quiero ir con Juan Ayuso, que ha demostrado que incluso en este ciclismo de prodigios las cosas no son sencillas para los jóvenes, que esto no es llegar y besar el santo, más bien todo lo contrario.
Los que llegan tan rápido a la elite no siempre lo tienen tan sencillo y Juan lo ha demostrado en la Vuelta.
Ha estado delante siempre, la ambición la tenía, el equipo no tanto –la forma de hacer de Almeida es muy difícil de entender– y la forma era la mejor en sus circunstancias, pero ahora mismo el Jumbo está en otro nivel, incluso para los todopoderosos del UAE.
Juan Ayuso nunca amenazó el podio de los neerlandeses y acabó entre el cansancio extremo de Enric Mas y el hastío final de Mikel Landa ante tal dominio.
A ello se le añade ese catarro que mencionó en alguna ocasión y la sensación que no ha hecho limpio de aquella lesión de principios de año.
La suma de todo ha pesado en un ciclista cuyo techo creo que sigue estando lejos, a pesar de algunos comentarios, pues tiene 21 años y en lo poco que ha podido competir ya ha logrado cuatro victorias y de ellas, tres en el World Tour.
Imagen: UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING AGENCY
Mathieu Van der Poel
Van der Poel hijo en 5 esenciales
Ahora mismo no le veo límites al palmarés de Mathieu Van der Poel
No sé si es que el año le ha resultado muy intenso o que Mathieu Van der Poel ha querido pasar página rápido, pero su maillot irisado ha sido visto y no visto.
Unas cuantas carreras y cierre de Van der Poel en una París-Tours que merece a los mejores
Habrá que esperar a la próxima primavera para disfrutar a tope el buzo más especial del pelotón con más asiduidad en las espaldas de uno de los corredores con más flow del pelotón, un tipo que no deja indiferencia, despierta pasiones y genera afición como pocos.
Desde que diera el salto a la carretera, Mathieu Van der Poel ha demostrado una evolución tan brutal que nos cuesta reconocer en este campeón aquel mozalbete nieto de Poulidor recién venido del ciclocross, aunque con bagaje ya en carretera.
Con esta premisa, queremos dejar cinco básicos para entender y querer a Mathieu Van der Poel.
Una evolución tangible,…
Ver a Van der Poel «campeonar» en Glasgow y ponerlo negro sobre blanco con el que reventó en Yorkshire, cuatro años antes, es como degustar dos ciclistas diferentes.
El de entonces, un auténtico temerario, que se echaba las fugas a la espada y las arrastraba hasta caer destrozado.
El de este verano, un ciclista certero, con un golpe, sólo uno pero demoledor y suficiente para ser campeón del mundo.
Un cambio de ritmo brutal
Ahí reside la gran fuerza del neerlandés.
Cuando acciona el mecanismo de destrucción se acabó el plan para los demás, abre un pequeño hueco rápido y lo van ensanchando de forma paulatina e irremisibe hasta que decanta la carrera.
Lo vimos en San Remo, en Roubaix y en el Mundial, un tridente que habla del salto de calidad que le ha implicado el año que acaba.
Registros muy marcados
Si una cosa tiene el nene es que su programa se va concentrando y se centra en aquello que sabe le va a resultar.
Salió de la zona de confort del ciclocross para crecer en su entorno natural, las clásica, y en ello está.
Tiene claro el objetivo y se centra en él, todo lo demás que venga perfecto, como etapas o el amarillo del Tour, pero él la historia la escribe en sus terrenos.
Sólo se tuerce del renglón con el BTT, que no le sonríe, pero no creo que ceje en el empeño con unos JJOO en el horizonte.
Techo sin adivinar
Una vez abierto el melón de los monumentos, nos queda saber cuántos será capaz de coleccionar.
En clara competencia con Pogacar, que le ha pisado el césped en Flandes, ahora mismo cuelgan cuatro de su palmarés, pero a ritmo que va mira de tú a tú leyendas no tan lejanas como Boonen y Cancellara.
Si sigue con este registro anotador puede acabar entre los mejores de todos los tiempos en la materia.
¿Un día? El mundial mismo
Este Campeonato del Mundo escocés ha sido el culmen, la cuadratura del círculo para Mathieu Van der Poel.
Con presencias más contenidas y bien calibradas, su actuación en Glasgow ha sido sencillamente abrumadora, tanto como el cambio de ritmo que exhibió y la forma con la que se repuso de la caída posterior.
El coco ya viste de arcoíris, ¿qué será lo siguiente?
Por de pronto seguro que nos amenizará algunas sobremesas de Navidad y fechas aledañas.
Ciclistas
El año de Pogacar, pendiente de Lombardía
Un triplete en Lombardía sería un gran calmante para la sed de Pogacar
Veremos, una vez la temporada eche el telón el Lombardía, cuál ha sido el año global de Tadej Pogacar, aunque por el momento para el esloveno sobrevuela una sensación llamada beneficio de la duda.
Al igual que el año pasado, cuando entró al trapo con los Jumbo, lo que significó su perdición, en éste para Tadej Pogacar hay un antes y un después de su fractura de muñeca.
No sé de hecho, si os fijasteis en el descenso del Tourmalet, en este Tour, cuando hizo unos cuantos gestos como si se le durmiera la mano lesionada, demostrando que en cierto modo le molestaban los restos de la lesión.
Cuánto habrá influido la fractura y recuperación, el sabrá, pero que algo le ha podido mermar, creo que es un hecho.
Con ese beneficio de la duda, echamos de menos a Pogacar levantar los brazos y esperamos verle de nuevo on fire en el fin de sesión de Italia y en especial en Lombardía.
Ojo que si gana por tercera vez se pone al nivel de Girardengo, Belloni, Bartali, Kelly y el principito veronés, Damiano Cunego, quien hizo de las hojas muertas su fortín.
Su final de año lleva otras citas importantes, además, como la revancha con Enric Mas en Emilia y la defensa de la corona en Tres Valles Varesinos.
Con todo el año de Tadej Pogacar volverá a ser muy potente, aunque aquella primavera nos quede lejos.
Recordad que hubo unos días entre marzo y abril que el sol salía y se ponía con él, que ganó todo lo que compitió y sólo quedó fuera del podio en la Milán-San Remo que ya había condicionado con sus ataques en el Poggio.
Ese fenómeno esperamos volverlo a ver este final de curso, pero sobretodo en la primavera de 2024.
Porque más allá de la suerte del Tour, carrera a la que tendrá que dedicar más codos en lo sucesivo, como le recuerda si rival danés, Pogacar se ha hecho una marca en torno a toda carrera que compite, sea la Clásica de Jaén o el Giro de Lombaría.
Su sed es infinita y sigue siendo joven, hizo 25 el jueves.
Veremos, por eso, una duda que nos asalta con esta generación sobre si ya hemos visto lo mejor que pueden dar de sí o si les queda por mejorar…
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Kike
18 de septiembre, 2014 En 2:51
Madre mía, cuántas burradas en tan poco espacio.
Osea, que ganar la Flecha Valona y la Clásica de San Sebastián, quedar segundo en la Lieja, ganar V. Andalucía arrasando (3 etapas) con el nivelazo que había participando :Sky, Belkin, Katusha..; ganar la Roma Máxima escapado, Cpto España de crono y GP Indurain es tener una temporada triste, complaciente y ramplona??
Por favor, después de este increíble palmarés, empezando a ganar en febrero, queda 4o en el Tour y tercero en la Vuelta contra ciclistas que en las Clásicas se borran, el mismo Contador no quiere saber nada del Mundial. Y por no ganar una gran vuelta escribes esas chorradas? De ciclismo me da que sabes poco, hay muchísimo más allá que el Tour, excepto para los lectores del Marca.
Por cierto, mientes respecto a la etapa de Fuente Dé. Valverde llega segundo, a solo 6 segundos del grandioso, según tú, imagino, Contador. 500metros más y le quita las pegatinas con ese rus final que tiene en cuesta. Atacó a Purito y en una estrategia de equipo perfecta, primero Beñat Intxausti y luego Nairo le hacen un gran trabajo que está a punto de rematar.
Infórmate un poco antes de escribir
Ivan Vega
18 de septiembre, 2014 En 21:25
Lamento decirte que se nota que no has leído este cuaderno asiduamente y que la falta de educación de tus comentarios me impide responderte.
Kike
19 de septiembre, 2014 En 0:33
No hay peor falta de educación que la calumnia, mentira o distorsión de la verdad
Carolina
18 de septiembre, 2014 En 15:19
Es de suponer que Valverde habrá pensado, que más vale lo «malo conocido que lo bueno por conocer». Ya no es un jovenzuelo para andarse con tonterías.
Viendo como otros ciclistas a los que les tientan irse a otros equipos y luego no les va también como podían esperar, él ha preferido quedarse en casa. Imagino que la «minuta» no será pequeña.
Francisco Bonilla
19 de septiembre, 2014 En 18:17
Creo que Valverde ha «sufrido» esta época ciclista como pocos. A sus treintantos me parece tarde para emigrar pero qué hubiese sido del murciano en manos de un buen equipo y director de fuera de España.