Ciclistas
Marc Soler y la línea de la París-Niza
Nada será igual para Marc Soler a partir de ahora
Esta mañana me acordaba de los epílogos de las últimas ediciones de la París-Niza. De hecho, el año pasado Marc Soler ya fue protagonista aquí mismo.
Casi todos los epílogos de Niza han tenido de protagonista a Alberto Contador.
Hace un tiempo, dijimos, no echaremos de menos a Contador. Dudé por un momento si me iba a pillar las manos con esa expresión. Aquella reflexión nos valió un buen puñado de hostias.
Sin embargo, ya veis, no está Contador y el ciclismo sigue, continúa su curso vital, porque cambian los nombres pero sigue el circo y otra vez la ratonera camino de Niza fue eso, una trampa en toda regla.
Marc Soler atacó a 40 kilómetros de meta. Qué grandeza, qué seguridad. Hay que tener don para hacerlo, don, pero también personalidad, la expresión más educada que se nos ocurre.
Y empezó el baile. Sean Yates aislado, los Izagirre inquietos, Tim Wellens, hambriento.
Todo detrás de un Marc Soler que ya había apuntado al “jackpot”.
Imagen: FB Movistar Team
Exámenes a superar
A 11,7 de meta, Omar Fraile y David de la Cruz tensaron el ritmo y pusieron a Marc Soler al límite, a ese punto de sufrimiento en el que todo indica que debes bajar los brazos…
Aunque no los bajó. Se reconstruyó tres kilómetros más arriba.
Marc Soler siempre creyó y no es sencillo en momentos donde las luces rojas empiezan a centellear.
Marc Soler que está en su último año de optar a la clasificación de los jóvenes allí donde compita, maquilla su edad con una madurez que sí, nos recuerda tiempos no tan pretéritos. Los tenemos aquí, a unos treinta años, más o menos. Un suspiro en un deporte más que centenario.
Marc Soler ya es la figura que anunciaba desde su último año de Lizarte, pasando el exigente filtro para estar en el Movistar pro.
Aúna el Tour del Porvenir a la París-Niza, la carrera en la que el año pasado se distinguió también en la última jornada, en las calles de Niza, escapado con De la Cruz y el mentado Contador.
Las virtudes de Marc Soler
Para que Marc Soler haya ganado su primera París-Niza ha echado mano, ha desplegado todas sus virtudes.
Templanza, jugada por su “tarannà” y entiendo que por el equipo, jugada con acierto en esta carrera donde muchos pierden el carnet en las primeras etapas, corridas a ritmo de clásica, en medio ambientes gélidos y trampas en cada esquina.
Calidad por su crono, ahí delante, en medio de muchas figuras, rodando como su corpachón promete.
Equilibrio para salir vivo de esas llegadas en alto en las que está en desventaja hasta que su cuerpo se cincelado de aristas y aquello que sobra para ganar poder en las cuestas.
Y todo jugó a su favor, la suerte de los campeones se llama. Hasta el desliz de los Izagirre en el descenso, hasta el derrumbe de Simon Yates, rato antes de que su hermano ganara en Tirreno. Hasta el Mitchelton se quemó en una caza infructuosa.
Este domingo 11 de marzo NADA podía con Marc Soler.
Sí, lo sé, la línea azul de la París-Niza impone: Indurain- Contador- Luisle- Marc Soler.
Los que hemos convivido con las raíces de Marc Soler, los que conocemos su entorno, dónde ha crecido queremos evitar la tentación de compararle, no queremos presión, queremos ver como ese chaval que un día nos vino a acompañaren una media maratón de Vilanova, que luce timidez como tarjeta de presentación, crece hasta ser el que deba ser.
Porque él es Marc Soler, un nombre que ya ha hecho historia.
Imagen tomada de FB de Movistar Team
Ciclistas
Carlos Rodríguez es bueno pero no lo tiene nada fácil
Que Carlos Rodríguez acabe ganando una grande es complicado
Me puedo imaginar, sin haberlo escuchado, sin haberlo visto, a mucha gente haciendo cábalas sobre el futuro de Carlos Rodríguez en el momento que cruzó primero la meta de Morzine, en el pasado Tour.
Es el viejo vicio que siempre viene en estos casos, cuando alguien logra algo así ya queremos auparlo a lo más alto obviando que esto es largo, también difícil, y que estos chavales no corren solos.
En en caso de Carlos Rodríguez se suma además que este chaval se hace querer como pocos: educado, correcto, culto, capaz, asequible y excelente ciclista.
¿Cómo no quererlo?
Puse la foto de este post de Carlos en la salida del Tour desde Bilbao, junto a Tom Pidcock, para ilustrar de una forma rápida lo que tiene a su favor y rodea al ciclista andaluz.
Durante el Tour de Francia, transcurrieron unas etapas en las que el inglés y Carlos Rodríguez iban a la par en la general, hasta que el irregular Tom se descolgó.
En esos días, muchos ya daban por seguro que Carlos iba a ser el líder de Ineos, pero llamé la atención a cómo funciona este equipo, y es que el mejor de los dos sería el líder y si, por un casual, Pidcock se ponía por delante en la general, las ayudas del equipo iban a ser para él.
Y no por el hecho de ser inglés y deberse a un equipo inglés iba a pasar por delante de su compañero español.
En el momento que Carlos fue mejor, el equipo se centró, en lo que pudo en él, y no hubo discusión.
Hablo de este aspecto, para ilustrar que en la trayectoria de un ciclista a estos niveles hay tantas cosas, que al final, la más inesperada puede decantar la balanza.
Eso pudo suceder aquí, pero no.
En todo caso, decir que Carlos Rodríguez va a ganar esto o aquello es tan arriesgado como pensar que no lo va a lograr.
De hecho es más fácil que no lo consiga.
Yo creo, de inicio, que lo tiene muy difícil y que quizá le convenga, si quiere ganar una grande, elegir muy bien las carreras y quién va a estar en cada una, pero como no debe tener prisa, es muy joven aún, si sigue fogueándose con los mejores, perfecto.
La realidad de Carlos Rodríguez no debería mezclarse con la edad, cada uno explotará cuando le toque y en el momento que el cuerpo le dé de sí.
A diferencia de Juan Ayuso, Carlos Rodriguez se ha reivindicado algo más mayor y esto sigue siendo una carrera de fondo, por mucho que algunos estén siempre mirando el DNI.
Tiene talento, es inteligente, sabe hacer grupo y muy importante, siempre está, siempre es una opción y eso es una garantía de que. a la larga, el éxito acabe llegando.
Entre tanto tenemos ciclista muy bueno, y no sólo para el Tour,
Imagen:A.S.O./Aurélien Vialatte
Remco Evenepoel
Top23 Remco Evenepoel, always welcome
Con el fiasco del Giro, el año quedó desordenadamente perfecto para Evenepoel
Remco Evenepoel, 23 años y 50 victorias en el ciclismo profesional, una estadística casi redonda que retrata a un fenómeno sobre ruedas, del ciclismo, en su faceta de anotador y klller en la carretera, pero que no proyecta la enorme presencia física y espiritual que el corredor despliega sobre este deporte.
Pogacar y Remco, destacados
Le seguirían Roglic, Kuss y Geraint
VdP y WVA son terribles en carretera pero sin esa chispa fuera de ella— JoanSeguidor (@JoanSeguidor) November 23, 2023
En un ranking de carisma, de presencia, de enormidad ciclista dentro y fuera de la carretera, creo que la lista tendría a Evenepoel siempre muy arriba.
Un peso específico que se gana en competición, pero también fuera de ella, con un carácter que abruma y destacada sobre un pelotón que en ocasiones se deja llevar mucho por lo que llamaríamos «el molde».
Remco Evenepoel sabe perfectamente que el carisma viene de serie, él lo tuvo siempre, pero que si lo mezclas con la grandeza de los números, entonces ya tienes la cuadratura del círculo.
Dijo una vez Lefevere que el trabajo que hace su pupilo belga es tan bestia, tan minucioso, que a veces hasta le da pena.
Lo dijo él, Patrick, espero que no ebrio, sobre uno de sus muchachos, él, que casi siempre es el más crítico de la clase.
Puedo imaginar el camino que Remco Evenepoel recorrió para preparar el Giro de Italia, fue tan brutal que el año que viene posiblemente no lo repita.
Por eso, cuando abandonó la carrera, la versión oficial hablar de Covid, las otras simplemente divagan, me imagino la decepción.
Evenepoel centró su año en la grande italiana y con ella en la cuneta, la temporada quedó huérfana, una temporada que ya traía toda una Lieja-Bastogne-Lieja a las espaldas.
Quizá por eso, vimos al corredor que luego vino, el ciclista que arremetió de salida contra la Vuelta a España en todos los sentidos, en el crítico con la crono inicial y la caída en la meta de Andorra y en el competitivo con tres victorias e infinitas escapadas hasta el mismo día de Madrid, condicionando a los velocistas y sus equipos en el último metro.
El Remco desencadenado es el que queremos, más allá de la solidez de una general de gran vuelta y esas cosas, que yo creo que un día sacará adelante, un ciclista indescifrable, sorprendente que sólo debes querer ver correr, por mucho que a veces no sea capaz de contener, admitámoslo, el niñato que lleva dentro.
Ciclistas
Madis Mihkels no conoce las sensibilidades del aficionado
El vídeo de Madis Mihkels entrenando bajo la nevada no mola entre los fans
Claro que un ciclista puede colgar lo que le venga en gana, y si Madis Mihkels comparte su entrenamiento bajo y sobre la nieve recién caída, es lo que hay.
Madis Mihkels training in Estonia 🥶 pic.twitter.com/9HhFkelC14
— Intermarché-Circus-Wanty (@IntermarcheCW) November 21, 2023
El problema es el contexto en el que llegan estas imágenes tras otro año en el que los ciclistas se han plantado en ciertas situaciones de frío y mal tiempo.
Con lo sucedido en O Gran Camiño o en una de las etapas del Giro de Italia, sin olvidar la primera jornada de Barcelona, un clásico en estos terrenos, sorprende ver a Madis Mihkels entrenando en unas condiciones que no desearíamos a nuestro peor enemigo.
El tema del clima adverso y el ciclismo es una cuestión muy mal resuelta y lo peor es que no sé a quién mirar o culpar.
Recuerdo la charleta que tuvimos con Sergio Román Martín y Pello Ruiz Cabestany después de lo sucedido en O Gran Camiño dónde poner los límites para parar o suspender una carrera por mal tiempo.
Una conversación que tuvo el punto de vista del aficionado, pero también de las calamidades que Sergio admitió pasó en aquella famosa etapa.
Nosotros no queremos que el ciclista se exponga a salvajadas como las del Gavia del Giro 88, algo similar, por cierto a lo que se expone Madis Mihkels en su entremiento, pero tampoco nos parece bien que el ciclismo pierda la dureza y riesgo que siempre le han caracterizado, pues en el camino quedarían valores que aún lo hacen atractivo a los espectadores.
Ver a ciclistas como Madis Mihkels o algunos que entrenan por Andorra en unas condiciones extremas y lo suben a las redes y luego presenciar plantes, amenazas y reuniones en algunas competiciones cuando el tiempo se complica es incoherente y no habla bien del colectivo.
Y eso es una realidad tan tangible como la nula necesidad del ciclista del Wanty a exponerse a esas condiciones.
Ciclistas
Top23 Nada se le resiste a Sepp Kuss
Para Sepp Kuss el año que acaba es difícil de mejorar
Hace un año y poco, Sepp Kuss se pasó por nuestro podcast de la mejor forma que le conoce, con sonrisa eterna, simpatía sincera y proximidad en su forma.
&
Una intervención en la que se preguntaba por qué no optar un día a la general de una gran vuelta.
Un anhelo respondido ante nuestras preguntas, en el que tiró de coherencia diciendo que a él, eso de estar perfecto todos y cada uno de los días de tres semanas de carrera era muy complicado.
Pero lo ha logrado, de la forma más inesperada posible, dejando por sentado que si uno es bueno para los demás, también puede serlo para sí mismo.
Qué diferente le resulta la vida ahora mismo al de Durango, si se compara con el de hace un año.
Qué cambio tan radical, hoy se ve con una vuelta de tres semanas y de golpe en el escalón dos del mejor equipo del mundo, con Roglic fuera, lo que implica que en el futuro inmediato le va a tocar luchar de nuevo por una carrera de las grandes.
Pero mientras esperamos sobre la suerte de Kuss en lo que ha de venir, saboreamos su Vuelta a España como el ejemplo vivo de que en el ciclismo la justicia, a veces, es justa.
Con Roglic y Vingegaard en la terna de favoritos, Kuss se beneficio, sin duda, del equipazo que Jumbo llevó a la Vuelta, pero al mismo tiempo supo estar al nivel que exige competir en un equipo tan potente, un equipo histórico.
Porque el americano tomó el liderato en una de esas escapadas que se medio permiten y luego te arrepientes, pero a continuación desplegó todo lo necesario para llegar de rojo hasta el final.
Poderío físico, pero también mental, pues se jugó los cuartos contra los dos mismos líderes para los que había trabajado en Giro y Tour anteriormente.
Quien crea que por el hecho de pertenecer a Jumbo a Kuss le cayó la Vuelta llovida del cielo, se equivoca.
El americano ha demostrado que ha sabido dar el paso, ha sido regular y sólido, y en ciertos momentos incluso superior a sus compañeros de podio, en teoría los líderes y todo tras completar las otras dos grandes, en las que había sido decisivo, sin menospreciar una buena plaza en la general.
2023 ha sido el año que esperaba para ver si era capaz, ahora a ver de qué es le depara el que viene…
Imagen: UNIPUBLIC / SPRINT CYCLING AGENCY
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